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El Gato Negro cierra su ciclo de cine con un clásico soviético

El espacio cultural Gato Negro pondrá punto final a su ciclo de cine de julio con la proyección de El Acorazado Potemkin, obra maestra del director soviético Serguéi Eisenstein. La función será este domingo 27 de julio a las 19:00 y se realizará en la sala habitual del espacio ubicado en calle Tucumán 355, que desde principios de mes viene ofreciendo un recorrido por películas bélicas y antibélicas que denuncian la violencia institucionalizada y las desigualdades por los conflictos armados.

La elección de esta película no es para nada casual. Estrenada en 1925, la película cumple 100 años y representa una bisagra en la historia del séptimo arte. Fue pensada como una herramienta de agitación ideológica, y su innovación la convirtió en una referencia para generaciones de cineastas. El film reconstruye el motín de los marineros del acorazado Potemkin en el puerto de Odesa en 1905, hecho real que anticipó los levantamientos de la Revolución Rusa de 1917.

La película está estructurada en cinco episodios: Hombres y gusanos, Drama en la cubierta, El muerto clama, La escalera de Odesa y Encuentro con la escuadra

Desde el Gato Negro, señalaron que esta propuesta tiene un valor histórico, sino también un fuerte componente de reflexión política y social. El ciclo de cine de julio fue pensado como una invitación a pensar los horrores de la guerra, pero también la capacidad del cine para actuar como una forma de resistencia, crítica y memoria. En este sentido, la figura de Eisenstein se vuelve central: su compromiso con el contexto en el que vivía, su apuesta por un cine revolucionario en contenido y en forma, y la vigencia de su obra son pilares del espíritu del ciclo.

El Acorazado Potemkin fue objeto de censura en numerosos países desde su estreno, incluyendo Alemania, Francia, España, Gran Bretaña y hasta en la propia Unión Soviética durante un breve lapso, por considerarse una incitación a la rebelión. Con los años, se restauraron escenas censuradas y fragmentos eliminados, incluida una introducción escrita por León Trotski, que había sido suprimida tras el enfrentamiento político entre este y Stalin. En 2004 se finalizó una restauración que permitió volver a disfrutarla en su versión más completa y fiel a la original.

La entrada general es de $1.000.

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