El "Malevo" Ferreyra tiene asistencia perfecta en el San Lorenzo puntero del Clausura

El volante entrerriano de San Lorenzo de Almagro, Osmar Malevo Ferreyra, se puede vanagloriar de ser uno de los dos integrantes del plantel Azulgrana en contar con asistencia perfecta en la campaña que ubica al Ciclón como únicos líder del Torneo Clausura. El otro alumno ejemplar del equipo de Boedo es el arquero Agustín Orión. Ambos son los únicos jugadores que siempre fueron titulares en el líder. "Es un orgullo especial", dicen desde la cima.

Transcurrido el tiempo, esas charlas de café se transformaron en influyentes reuniones. La magnética figura de Ramón Díaz, entre cámaras y sonrisas de ocasión, se expuso en cada rincón del Bajo Flores en el último verano. Dirigió las primeras prácticas con distensión e inquietud, mientras las figuras con brillo del exterior seducidas cerraban las puertas del regreso. En su segundo día, se encontró con Agustín Orion, el arquero suplente, detrás de la sombra de Sebastián Saja, y le entregó los guantes, de manera simbólica.

En el tercer día, charló con Osmar Ferreyra, detrás de las críticas injustas de los hinchas, con la valija lista para regresar a Moscú, y le entregó los mejores secretos del sector izquierdo. Fueron, desde entonces, los auténticos primeros refuerzos.

"Hablé aquella vez con Ramón y fue muy claro: me dijo que todos teníamos las mismas chances de jugar. Y después, se fue Sebastián a Gremio", cuenta Orion, aunque no admite que Ramón, mucho antes, ya había decidido que era número puesto.

"Siempre me dio confianza. Yo me iba a ir, el préstamo había terminado y no estaba bien anímicamente. Pero me convenció", sonríe Ferreyra, que conserva el puesto, a veces como volante, otras como defensor. Destino mediante, ellos son los únicos jugadores de San Lorenzo que fueron titulares en las 15 jornadas del torneo Clausura.

Por lesiones, suspensiones o estrategias, ellos solos, el arquero y el volante, Agustín y Malevo, son los privilegiados del líder del Clausura. Los alumnos perfectos. "Es un estímulo jugar siempre en San Lorenzo: esperé mucho tiempo este momento", explica Orion, el seguro arquero. "Tiene que ver con la confianza de Ramón y de mis compañeros. Es un orgullo especial", sentencia el Malevo en un artículo publicado por La Nación.

Se entretienen con las fotos. Hacen malabares con una pelota, bromean con la diferencia de altura, se sueltan aún más. "Sebastián siempre fue un referente, un amigo. Ahora me toca atajar a mí, pero no me la creo. Sigo con la humildad de siempre, aunque siento el reconocimiento", advierte Orion, convertido en protagonista, después de ser actor secundario. Aún, con una experiencia reciente en el seleccionado doméstico.

Para Malevo, en cambio, la actualidad difiere de su amigo. No siente el favor externo. "No sé por qué siempre me critican mucho, no encuentro las razones. Parece que lo único que sirve es tirar un caño o hacer un gol. Por suerte, Ramón y mis compañeros reconocen el esfuerzo. Aunque a veces me da un poco de bronca", sentencia el Malevo, algo más serio.

Cuentan de su intimidad. Comparten mamaderas y pañales, ya que Thaisa es la pequeña Ferreyra de diez meses, mientras que Luca Orion apenas conoce la luz desde hace un mes. "Somos buenos padres", confirman casi a dúo. Pero el tiempo, el escenario, los lleva con rapidez al fútbol. A San Lorenzo, a la cima del Clausura.

"Nos persiguen Boca y Estudiantes, pero siguen de atrás. Yo dije que somos los punteros, nada más que eso; los que nos siguen son equipos importantes, pero nosotros estamos arriba. Hay que ganar y esperar. Y otra vez, ganar y esperar", dice Orion. "Es verdad, no hay otro camino. A partir de ahora, el que se equivoca, pierde", señala el Malevo.

Orion y Ferreyra. Agustín y el Malevo. El hombre fanático de Midland, nacido en Ramos Mejía. El protagonista admirado por sus zurdazos sutiles, surgido en Basavilbaso. El arquero, un enloquecido del fútbol. "Vi River-Estudiantes y, después, Quilmes-Boca: no me pierdo ni un partido", cuenta. El mediocampista, un admirador de la vida al aire libre.

"Como Ramón, pasé el fin de semana en el campo: me hace bien desenchufarme", admite. Ellos, los privilegiados, los únicos que actuaron, en todos los partidos, desde el primer minuto. Los que albergan un sueño de grandeza. "Este grupo tiene hambre de gloria", dice Orion. Y el Malevo sostiene el mensaje con una sonrisa ideal.

13 son los goles que le marcaron a Orion en el torneo, tras 15 jornadas. 3 minutos sólo se perdió del Clausura el Malevo: fue reemplazado ante el Lobo jujeño.

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