
En su reclamo, argumentaban que, al no cancelar los pagos por los bonos que conservan en su poder, el gobierno argentino está incumpliendo la cláusula de pari-passu, que es la que establece que no puede pagarles primero a otros bonistas. Y reclamaban no sólo que el juez le ordene al país el pago sino, además, que se añada una suma como pago por los daños y perjuicios.
Sin embargo, el magistrado rechazó de plano todo el planteo, publicó El Cronista.
Como una crítica, afirmó que el anterior gobierno (el de Cristina Kirchner) tenía “una conducta extraordinaria” y que la demanda de Trinity, Baybrook y Whithe Hawthorn no estaba teniendo en cuenta el “significativa cambio de circunstancias” que se produjo tras la asunción de Macri.
Por el contrario, apuntó el juez, la demanda para seguir suponiendo el mismo tipo de “conducta extraordinaria” del pasado, que, para el magistrado, ya no se registra.
Griesa señaló especialmente que la oferta que el país hizo en febrero y viene cumpliendo fue aceptada por casi la totalidad de los bonistas que tenían títulos defaulteados. Y que, por la amplitud y aceptación de esa oferta y la voluntad manifiesta del gobierno, la cláusula “pari passui” –de la que el fallo resalta la trascendencia que tuvo a lo largo del juicio de los fondos buitre contra la Argentina- ya no tiene validez como reclamo.