El río Uruguay no es barrera que pueda evitar la penetración del picudo rojo

El invasor que puede cambiar el paisaje de Entre Ríos

Edición
1162

“El ingreso a la Argentina es inminente”, anticipan a ANÁLISIS sobre el Rhynchophorus ferrugineus, el insecto que coloniza las palmeras hasta dejarlas inertes. Se trata un coleóptero exótico, oriundo del sudeste asiático que ha destruido todo a su paso desde que se detectó en el Uruguay en el 2022. Desde entonces su avance ha sido irrefrenable y su cruce a través de la frontera con Entre Ríos se ha constituido en una amenaza latente. El mayor temor es que ataque la especie butia yatay, emblema provincial, por lo cual se trabaja en declararla monumento natural. Entre las medidas de prevención, el Gobierno entrerriano comenzó a coordinar acciones con Senasa y en agosto se constituirá con municipios la mesa local de emergencia.

 

Silvio Méndez

 

Desde octubre de 2024 rige una declaración de alerta nacional ante la posible invasión a la Argentina del picudo rojo de las palmas (Rhynchophorus ferrugineus). El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) emitió la advertencia ante el peligro creciente de que trascienda la frontera con República Oriental del Uruguay, donde hoy por hoy es una plaga que no encuentra freno a su avance devastador. El organismo nacional comenzó con mayores controles en los pasos aduaneros, así como charlas de información y concientización. Además, a fines del mes pasado, constituyó una mesa de trabajo interinstitucional e interprovincial para la prevención y manejo de este coleóptero exógeno que ataca las palmeras. A esta altura se da casi como un hecho que llegará al país. La idea de esta última reunión apuntó a generar un espacio de intercambió información interdisciplinario e interinstitucional, así como de colaboración con los entes oficiales orientales.

 

“El río Uruguay no es una barrera geográfica, por eso no podemos esperar para poder accionar. Además de controles en la frontera, la provincia es la más cercana a una posible invasión, como puede ser Corrientes y Misiones, lindantes con Brasil, donde con preocupación ya se detectó la presencia de este bicho”, indicó a ANÁLISIS Pablo Aceñolaza, integrante del equipo de la Secretaría de Ambiente de Entre Ríos.

 

“Es cuestión de tiempo. Lo que nos queda es trabajar en la prevención, concientización y contención. Hay que estar preparado para la presencia de la plaga a la Argentina”, comentó el biólogo, quien explicó que se apunta a generar “redes de trabajo ante el inminente ingreso a la Argentina. Hasta el momento no tenemos registro, pero sí está en los límites de la República Oriental del Uruguay, en la zona sur (cercana a Carmelo). Estamos trabajando con Senasa. Se ha elaborado un protocolo de intervención para anticiparnos a la situación. Se ha constituido una mesa nacional con Entre Ríos, como la más cercana y con posibilidad de ingreso, junto con Corrientes y Misiones, otras provincias que tienen palmeras. Lamentablemente apareció un registro (del picudo) en Brasil, lo cual es preocupante, porque puede surgir una dispersión por el norte, con otro alcance y consecuencias”, describió.

 

La inquietud es algo compartido con organismos nacionales con quienes se trabaja en la elaboración de recomendaciones para el monitoreo y seguimiento del picudo. “Existe una preocupación muy grande porque no han encontrado la forma de frenarlo y controlarlo, y ya es un problema regional”, dice Aceñolaza.

 

(Más información en la edición gráfica de la revista ANALISIS, edición 1162, del día 24 de julio de 2025)

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