Movimientos en Casa de Gobierno

El plantel que nunca termina de armarse

Edición
1162

Las renuncias en los equipos de Rogelio Frigerio han sido una constante en la gestión. Muchas no obedecen a las clásicas razones de índole personal, sino a escándalos varios. El homicidio de cuatro jóvenes embestidos por un auto oficial conducido por un funcionario, causas por narcotráfico y contrabando, conflictos de intereses, fuego amigoy sospechas de corrupción son algunos de los motivos de las salidas más resonantes. ANÁLISIS repasa la cronología de un gabinete que ya lleva 50 dimisiones en 19 meses y nunca termina de conformarse.

 

L. D.

 

El armado de un gabinete y de equipos de trabajo al frente de los distintos organismos es una de las tantas dificultades que enfrenta la gestión de Rogelio Frigerio.

El gobernador admitió que no encontró en la provincia abundancia de cuadros con experiencia de gestión y lo adjudicó a la falta de alternancia de espacios políticos a la hora de gobernar.

“En Entre Ríos de los últimos 40 años, 32 años gobernaron los mismos. Es imposible tener funcionarios con experiencia si hay un solo espacio político que gobierna permanentemente”, explicó a pocos meses de asumir.

Hacer docencia con los integrantes de sus equipos y darles tiempo fueron dos premisas que marcaron la impronta del primer tramo de la gestión. Otro aspecto saliente fue la convocatoria a personas provenientes del sector privado, pero se sumaron pocos y las experiencias no siempre fueron exitosas.

También el gobernador trajo a Entre Ríos cuadros de Buenos Aires, muchos de los cuales lo habían acompañado en su rol de ministro del Interiorde Mauricio Macri. Pero algunos“011”, como se los denomina en los pasillos de la Casa Gris, renunciaron y pegaron la vuelta.

Detrás de las dimisiones hay circunstancias de todo tipo, algunas escandalosas. Hubo un funcionario que mató a cuatro jóvenes manejando en estado de ebriedad un auto oficial. Hubo un ministro cuya cartera contrataba a la clínica de su propiedad para derivar pacientes y que seguía trabajando full time en el sector privado. Hubo acusados de corrupción, de narcotráfico y de contrabando. Y también hubo fuego amigo.

 

ANÁLISIS repasa la cronología y las vicisitudes de un gabinete que nunca termina de armarse.

 

Las primeras salidas

En mayo de 2024 se conoció una de las primeras renuncias, cuando Jaime Barba anunció su alejamiento del Directorio de Enersa, donde se desempeñaba como vicepresidente. “Dirige una empresa en Buenos Aires y no le dan los tiempos”, fue la explicación brindada desde Casa de Gobierno.

Si bien el argumento principal fue la imposibilidad de compatibilizar su rol en Enersa con su desempeño al frente de Camuzzi Gas,no pasó desapercibido que la salidacoincidió con el escándalo desatado por la causa Securitas.

La salida de Barba le significó mayor holgura económica a un importante miembro de un gabinete donde son usuales las quejas por los sueldos bajos, que ahora además están congelados: Manuel Troncoso, titular de la cartera de Gobierno, fue nombrado vicepresidente de la compañía. Aunque no se lo ve desplegando agenda en ese rol, optó por percibir el sueldo de Enersa, que es más alto que el de ministro.

En septiembre del año pasado se produjo otra renuncia en un cargo relevante: el contador Diego Martínez Domé dejó la presidencia del Instituto de Ayuda Financiera a la Acción Social (Iafas). En su lugar asumió Carlos Moyano, que desde 2021 se desempeñaba como gerente general.

 

(Más información en la edición gráfica de la revista ANALISIS, edición 1162, del día 24 de julio de 2025)

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