Teatro

Mauricio Dayub: “La vida se puede cambiar”

Edición
1162

Por Gabriela Gómez del Río

Mauricio “Tata” Dayub nació en Paraná y, a los 23 años, se instaló en Buenos Aires para seguir el camino de la actuación. Es un actor y director consagrado, referente del teatro argentino, que cada vez que puede,busca estar o presentarse muy cerca de su ciudad natal. Con “El Amateur, segunda vuelta”, estará el 2 de agosto en Rafaela y el 3 de agosto en Santa Fe, en el Centro Cultural Provincial. Y en el mes de septiembre llegará a Concordia y a Gualeguaychú.En esta charla con ANÁLISIS, Dayub habla sobre una obra que ya superó las 200 funciones y continúa conmoviendo como el primer día. “El Amateur” lo tiene recorriendo el país con una propuesta construida con hilos de su propia historia. En unos días, la presentará a tan solo unos kilómetros de donde todo comenzó.

—¿Cómo imaginás ese reencuentro con el público, tan cerca de tu casa?

—Como siempre que me toca llevar mis obras a Santa Fe o a Paraná, mi cabeza va directo a mi infancia, a mi adolescencia y a mi etapa de formación. A la época en que soñaba con llegar a ser lo que soy hoy.Es muy fuerte lo que siento, porque me permite advertir la cristalización de un deseo. El que tenía cuando caminaba esas calles. Y agradezco haber mantenido la esencia de aquella idiosincrasia, que fue la que me permitió alcanzar lo que deseaba.

—La obra acaba de cumplir 200 funciones y sigue tan vigente como en su estreno. ¿A qué lo atribuís?

—A que cada vez es más difícil tener metas y cumplirlas. En el mundo actual, muchas personas deben adaptarse a una incomodidad que proviene de la frialdad, la indiferencia y la falta de valores éticos que trae un aparente progreso que no nos contempla como personas.“El Amateur”, en ese contexto, se vuelve un espectáculo profundamente inspirador, porque es el resultado de un logro individual que permite vislumbrar un logro colectivo.

—Has contado que escribiste “El Amateur” buscando diferenciarte. Hoy, después de tantos logros, ¿qué sentís al volver a ese escenario?

—Siento que, si tengo algún mérito, es haber sido fiel a aquella intuición de preservarme, aun cuando no veía resultados. Confié en que, si hacía bien la tarea, si me esforzaba por mejorar y pulir mi oficio, algún día lo mío podía darse.

 

(Más información en la edición gráfica de la revista ANALISIS, edición 1162, del día 24 de julio de 2025)

Edición Impresa