
Las declaraciones fueron formuladas en el marco de la polémica generada tras conocerse por los medios de comunicación nacionales, el brindis de fin de año realizado por el ministro de Justicia Julio Alak, en la ex ESMA.
“La ex ESMA es un lugar de memoria y conmemoración, que nos trasluce los hechos más trágicos de la historia argentina. Obviamente que está, como espacio para la memoria, resignificado, es de algún modo una recuperación de ese espacio del terror, pero a los fines de generar desde el Estado y con la participación de la sociedad civil y los organismos de los Derechos Humanos, una recuperación dinámica y activa de la memoria”, opinó el abogado, que se desempeñó como querellante en la Causa Hospital Militar.
Dijo además que se trata de un lugar “para conmemorar los distintos hechos que han sucedido allí, mantener siempre presente en la sociedad todo lo que allí aconteció, que fueron muertes, desapariciones por parte del propio Estado de facto, torturas, nacimientos y enterramientos clandestinos, hasta cremaciones clandestinas”. Por tanto, “utilizar ese espacio festejos sin ningún sentido, creo que es inapropiado”.
“De primera mano me genera un cierto malestar pensar en la idea de estar allí haciendo un brindis y festejando no se qué cosa. Me parece sí que puede haber actividades culturales, de formación, obviamente que hay que recordar la historia y por más trágica que sea uno tiene que posicionarse en un sentido positivo, recuperar siempre la felicidad del pueblo, pero esto tiene sus límites y tiene que tener una sensatez al momento de realizar cualquier acción ahí adentro”, agregó.
Lo que sucedió en la ex ESMA “es una acción que se podría haber evitado, que tranquilamente se podría hacer en otro lado y no en la Esma para no tergiversar el sentido que tuvo la recuperación de ese espacio para todos los argentinos”, concluyó, según publicó APF.