A continuación reproducimos la entrevista que realizó Olé con el goleador de Racing en la reciente conquista del Campeonato de Primera División de AFA.
“Fue algo muy lindo, lo que siempre soñé: que la gente de Concordia me reconociera por lo que hago, que algún día armaran una caravana así por mi esfuerzo. Mi familia siempre me recibió cuando estuve mal y ahora que estoy bien, obvio, también. Pero la verdad que me sorprendió todo porque había mucha gente de Racing en las calles. Y otra que no lo era, pero estuvo ahí para demostrarme afecto. Me reconocieron el sacrificio, sienten que hice las cosas bien”, le cuenta el goleador a este diario.
—¿Cómo fue la movida?
—Cuando llegué a la ciudad, hace unos días, me pidieron que entrara por otro camino porque me estaban esperando... Cuando llegamos con mi señora, dejamos el auto, nos bajamos y nos encontramos con mis hermanos. Pensé que estaban ellos solos, pero a la vuelta, de pronto, apareció muchísima gente y una camioneta de los bomberos, con la sirena encendida. Me pidieron que me subiera y en un momento lloré. Fue algo hermoso, me esperaba una caravana que se hizo por la calle principal y la plaza. La gente me aplaudía por la calle, me hacían señas de felicitaciones.
—¿Quiénes iban sobre el coche de los bomberos?
—Mi viejo y todos mis hermanos. Los varones arriba conmigo y las mujeres adelante, en otra camioneta. Había bicicletas. En la calle mirábamos y se veía una avenida con mucha fila de autos. Cuando a mí se me cae una lágrima, es porque me pasa algo fuerte. Si no, por mi forma de ser, es muy difícil que eso me ocurra. No pude aguantar tanta emoción.
—Parecías el Papa...
—No sé si tanto, pero lo que me pasó antes lo veía con los intendentes o gobernadores después de ganar las elecciones. La ciudad salía a las calles. Gracias al fútbol estoy logrando todo lo que soñé de chico. Se me está haciendo realidad.
—¿Y cómo estás pasando tus vacaciones?
—Me han invitado de varios lados para entregarme premios como personalidad destacada. Soy muy agradecido, fui a todos esos lugares, entre ellos a Paraná. Ahora estoy más tranquilo, con mi gente, como más me gusta.
—¿Concordia sumó hinchas de Racing?
—Racing tiene hinchas por todos lados y acá hay muchos. Hay gente que quizás es de otros clubes, pero me conoce a mí y disfruta que esté en Racing, de que me vaya bien. Como mi familia, que no es de Racing pero lo viven como si lo fuera y canta canciones del club. Yo los cargo y les digo: “Ustedes no son de Racing, ¿qué cantan?”
—¿Cómo fue visitar la Casa Rosada con el plantel?
—Una linda sensación. Antes de ir lo tomaba como algo natural. Es más, fui vestido así nomás, bien de civil. Todos mis compañeros estaban muy bien lookeados, de traje y pantalón de vestir. Yo no me animaba a entrar porque estaba de remera, jeans y zapatillas. Me sentía muy incómodo. Por suerte Iván (Pillud) me prestó su saco y pude pasar un poco inadvertido. Yo estaba contento, a mis amigos les dije: “Guachos, hablé con la Presidenta”. Son cosas que me quedarán.
—¿Es cierto que quisiste ir de pantalón corto?
—Sí (entre risas). Pensaba ir de bermuda, remerita y zapatillas. Mi mujer me dijo: “Gustavo, por favor, van a visitar a la Presidenta”. Me frenó y por ella me puse jeans.
—¿Ya caíste que fuiste campeón con Racing?
—Sí, y me da mucha alegría. Obtener un campeonato en Racing significa mucho. Quedamos en la historia de un club grande como éste, que hacía mucho que no ganaba nada. Lo estoy disfrutando mucho con mi familia y amigos. Y estoy cumpliendo con filiales que me invitaron para darme cariño.
—¿Y ahora qué se viene?
—Yo quiero más, hay que dar vuelta la página y pensar en lo próximo. Yo no me voy a conformar con lo que ganamos, voy en busca de más objetivos.
