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Hoy debo decir qué inmensamente equivocada estaba, y cuánto de esos prejuicios habían menoscabado mi apreciación por un mundo no sólo muy distante, sino y sobre todo tan distinto culturalmente… Estando allí, en Dubai, comprendí cuánta mentira había absorbido a lo largo de la vida, a través de películas y toda una parafernalia mediática pseudo- histórica, tan diferente de la realidad a la que pude acceder en unos pocos días, 10 para ser exactos. Antes de partir, en medio de la angustia por el vuelo cancelado tuve la idea de plasmar algunas ideas que se cruzaban por mi mente, donde me refería a Dubai como “un mundo desconocido… donde aún no sé dónde se ubica una mujer” y me preguntaba si “una artista mujer tiene espacio de vida en esa cultura?”.

Empezando por el arte, la cantidad de artistas plásticas mujeres que existen es un igual a la de cualquier otro país occidental y, por lo que pude observar y preguntar estando en World Art Dubai y con personas que asiduamente están vinculadas al arte, las mujeres disfrutan de las mismas libertades artísticas para crear; las limitaciones en todo caso, si las hubiera, son las mismas a las que se enfrenta todo artista en medio de la sociedad en la que vive. No obstante hay que dejar en claro que no se permite exhibir una obra que ofenda a su religión o al Gobierno, lo cual no es tan diferente a nosotros.

Quizás las temáticas difieran o no, creo que es solamente la perspectiva con la que nos paramos frente a la realidad. Me dirán que en la figura humana tampoco hay desnudos, y yo podría decir quizás sí… no conocemos su intimidad. En realidad tenemos una mirada diferente de algunas cosas y en lo personal, ante tanta obscenidad en mi propia cultura social, hasta yo misma a veces me asqueo de lo que veo… así que un poco de recato en lo social realmente se aprecia. Creo que uno puede ver en esa sociedad una marcada diferencia entre lo público y lo privado, porque sabemos que de puertas para adentro las familias dejan de lado velos y demás atuendos; entonces ese cuidado de no mostrar el cuerpo públicamente y preservarlo exclusivamente para su vida privada, hasta me resultó de cierto romanticismo.

Tanto las mujeres como los hombres se preservan de exhibirse físicamente en público, optando, eligiendo un modo de relación humana e intimidad que sólo está destinada a la persona amada, y que a simple vista refleja felicidad. No todas las mujeres caminan atrás de un hombre, no todos los hombres tienen la misma cantidad de esposas y como lo pude observar luego en algunas fotos tomadas al azar en la calle, muchas caminan tomadas de la mano del hombre. Obviamente no sólo conducen autos, sino que las mujeres policías tienen Ferraris para patrullar y los hombres Lamborghini.

Es probable que en su sociedad el engaño e hipocrecía también existan, pero fue un corto tiempo allí, así que no podría hablar más que de lo que vi; y lo que vi en cantidad son mujeres de ojos luminosos, de voces felices y risas sutiles, porque nadie habla a los gritos, es de mal gusto, y del mismo modo tampoco se divierten con grandes risotadas. Es una población tranquila diría yo, calma, donde cada quien hace su trabajo con responsabilidad y altísimo respeto por el otro; creo que existe una mejor conciencia del rol social que cada uno desempeña y una marcada responsabilidad individual en ello.

Además de tener un índice de delictividad cero, se respira respeto! Uno siente que puede moverse libremente por cualquier sitio sin el más mínimo miedo a que suceda algo peligroso. No sé qué es, ni cómo funciona, pero allí uno pierde los miedos, quizás por aquella idea y sistema penal de que quien roba pierde su mano. Alguno podrá decir ‘qué animales’, y yo les diré que si ese el precio para tener un país así, bienvenido sea el sistema de castigo. La felicidad de un pueblo trabajador y honesto está por encima del interés individual y mezquino, y me parece bien! Allí quien delinque, lo hace a sabiendas de lo que se enfrenta y no hay atenuantes.

La salud y educación gratuita están garantizadas para los emiratis, los nacidos allí, por lo tanto quien no es habitante natural debe pagar alguna suma, pero absolutamente razonable. Quien nace en ese suelo, tiene garantizada una vivienda muy digna y gratuita; mejorarla y embellecerla será parte de su propio esfuerzo. Al mencionar las viviendas, un tema que me llamó profundamente la atención fue cuando fuimos a conocer un barrio creado para los artistas callejeros; partamos de la cuestión que no hay personas indigentes allí y que la higiene es sumamente importante para ellos, así que la presencia de artistas callejeros viviendo en cierta pobreza no les ‘cerraba’, ni gustaba, por lo cual el Gobierno de la ciudad decidió destinar una zona del casco antiguo de Dubai, remodelar las viviendas del lugar y entregárselas a esos artistas de la calle, dejando además en sus manos la decoración artística externa de la zona… el resultado: una belleza! Como se imaginarán, mi primer pensamiento fue: ya quisiera haber estado pintando en la calles para que me den esto!

No se trata precisamente de una zona ‘humilde’, por decirlo de algún modo, sino de una zona colmada de centros de arte, espacios de creación, galerías, comercios, y todo lo que puedan imaginar, conjugando una arquitectura que mixtura lo antiguo con lo ultramoderno y el arte, y de una limpieza absoluta, no sólo allí, sino en toda la ciudad. Así que conforme pasaban los días y disfrutaba de la libertad de estar al aire libre sin miedo, fue adentrándome en una sensación de retorno a la infancia, donde uno podía quedarse a cualquier hora en cualquier sitio, sin miedo a nada. Creo que había olvidado esa sensación!!! Y me sentí tan, pero tan feliz con ello, que uno comprende entonces el verdadero significado y connotación de todo lo que hemos perdido como sociedad; el valor de la tranquilidad cotidiana tiene una dimensión que ya no recordaba y en cierto punto también se mezclaba con una profunda tristeza por mi propio país. Qué relevancia cobra entonces usar un velo hasta los tobillos o que no haya alcohol en los bares y restaurantes, si por otro lado uno recupera un sinfín de sensaciones impagables!, y la libertad de realizar tantísimas cosas que de hecho en nuestra sociedad occidental no están prohibidas, pero es como si lo estuvieran. Es como los que se preocupaban por mi cabello cuando me curaba del cáncer, como si acaso el valor ‘cabello’, fuera comparable con el de ‘vida’. Así de simple… el valor de los actos tiene allí una dimensión tan razonable como envidiable, y es difícil encontrar aspectos que puedan ser criticables.

Aún así el ritmo de la ciudad es vertiginoso, ya que por su gran extensión los vehículos alcanzan altas velocidades, el transporte público es inimaginable –por la vía que prefieran- y para donde se mire las construcciones y grúas trabajan a full, lo cual obviamente produce una ocupación plena de trabajo. Uno de los tantos sitios que fuimos a conocer, es la futura o nueva Dubai, que se levanta frente a la actual, a un ritmo difícil de relatar y quizás sólo comprensible si les digo que está absolutamente planificada, para una población de 489 mil habitantes y a la que esperan terminar para el año 2020; el principal edificio de la ciudad será la Torre Dubai Creek Harbour, cuyo proyecto pertenece al arquitecto español Santiago Calatrava, será el edificio más alto del mundo, pero sus obras comenzarán a mediados de junio de este año y finalizarán antes de la celebración de la Exposición Universal del 2020.

La nueva ciudad tiene previsto unos 66 mil metros cuadrados destinados al arte, y es parte de la reconversión económica que se plantean los países que conforman los Emiratos Arabes Unidos (EAU) frente a la futura crisis del petróleo, orientando y reconvirtiendo sus economías hacia el turismo. De eso modo planean pasar de los 10 millones actuales de visitantes a 25 millones, convirtiéndose en un nudo de comunicaciones mundial con la expansión de sus medios de transporte. En ese marco el hito del 2020 está planteado en pos de la sostenibilidad e innovación en materia energética solar y de agua potable, y para ello se habla de inversiones billonarias y la creación de 270.000 puestos de trabajo desde los últimos años y hasta el 2020, motivo por el cual de los 9 millones de habitantes del país, casi la mitad vive en Dubai y del total, un 80% son extranjeros.

Hay que tener en cuenta que hablamos de un país conformado con siete Emiratos, que apenas tienen 50 años de vida como Nación, cuya población en 1980 apenas llegaba a un millón de habitantes, que en 1992 llegó a los 2 millones y pasó luego a 3 en el 2001, que la duplicó en seis años (2007) y que a partir de allí ha crecido a un ritmo vertiginoso, alcanzando 8 millones de habitantes en el 2008 y más de 9 mill y medio en el 2017. De esa cifra, casi el 70% corresponde a población masculina y sólo un 30% a mujeres No obstante un dato no menor es que el 50% de las obras que se exhiben en Art Dubai (la mayor referente del arte contemporáneo del Medio Oriente e Irán), pertenecen a realizaciones de mujeres.

Fuera del arte, todo es arte! Su arquitectura, diseños de jardines a lo largo de las autopistas, rutas y calles abarrotadas de flores por doquier, hay una creatividad que deslumbra en cualquier rubro. Los mercadillos o los moll (shoping), cada uno tiene sus particularidades y atractivos; pareciera que van reproduciendo cada cosa del mundo que les ha gustado y si bien el dinero parece sobrar, también es notable el esfuerzo laborioso y tenaz con el que cada día avanzan sobre el desierto que los rodea. El lujo y las excentricidades van de la mano de un pueblo absolutamente trabajador, que sin duda disfruta de sus logros y avances, donde es tan posible ver ese edén en medio del desierto, como la pista de nieve para esquiar cubierta, o chupetes de oro en las marquesinas de los negocios. Donde el agua es una obra constante que fluye ante cada plano visual y las cosas se hacen para perdurar en el tiempo. Donde sería posible tocar el timbre en la casa de la hija del Presidente, ya que vive en un barrio como cualquier otro y al alcance de todos, pero en un país donde nadie molestaría a otro innecesariamente. Y creo que su mayor logro ha sido lograr aquello que se resume en su slogan: Open doors, open minds, Abre tus puertas y abrirás tu mente. Entonces regreso y comienzo a preguntarme: quién realmente lleva puesto un velo, ellos o nosotros?

Lic. Mónica Portillo
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