
Por N. B., de ANALISIS DIGITAL
Cuatro años y seis meses de prisión efectiva más una multa de 2.000 pesos es la condena que deberá cumplir Luis Menelio Ayala, por transportar más de dos kilos y medio de cannabis sativa por la Ruta Nacional 12, en cercanías a La Paz. El ciudadano, oriundo de Posadas (Misiones), ya tiene una sentencia de cuatro años y dos meses por el mismo delito y permanece alojado en la Unidad Penal 1 de Paraná.
El Tribunal ad hoc a cargo del juicio oral por la Causa 2.225/12 “Ayala, Luis Menelio y Cinquetti Silvio Mariano S/inf”, fue compuesto por Ricardo Vásquez de Rosario, José María Escobar Cello de Santa Fe y David Alejandro Chaulet, magistrado jubilado del TOF de Paraná. En tanto, José Ignacio Candioti fue el fiscal.
El segundo imputado, Silvio Cinquetti, no fue hallado por la Policía y no compareció a presenciar la audiencia que se desarrolló este viernes, por lo que se propuso desarrollar el debate sin el acusado. “En su domicilio se encontró una billetera negra con cuatro tarjetas personales, una pastilla color azul y dinero por más de 2.450 pesos”, informó la secretaria, tras lo cual los magistrados decidieron la captura inmediata del hombre y el depósito del dinero a orden del Tribunal.
Denuncia anónima y captura
A la Justicia llegó en octubre de 2011 una denuncia anónima que aseguraba que un Renault Megane, propiedad de Ayala, que se hallaría en Misiones, saldría transportando una carga de marihuana a Paraná, Santa Fe y Rosario. El traslado se haría con un camión que llevaría entre 2.000 y 3.000 kilos, y el auto haría de punta en la ruta. La denuncia, además alertaba que los hombres tendrían apoyo de Gendarmería, y que saldría específicamente de Candelaria (Misiones).
En ese contexto, se ordenó a personal de Gendarmería realizar controles de ruta que se concretarían entre el 12 y el 15 de octubre. Ese último día se identificó en el kilómetro 608 de la Ruta Nacional 12 al Megane color verde agua, conducido por Ayala. De acompañante iba Cinquetti. Los gendarmes encontraron ocultos en el vehículo tres ladrillos de marihuana que pesaron más de 2.500 gramos.
Parte de la droga estaba oculta en el panel de la puerta del conductor. Allí había una bolsa de color blanca, envuelta en nylon ocre. Pero ese no era el único envoltorio, había otros dos escondidos en el filtro de aire del auto. La cantidad de cannabis equivalía a más de 6.000 dosis, según se precisó en el Tribunal.
Dos días después del operativo, el mismo deponente que realizó la denuncia inicial compareció a los estrados y aportó que Ayala y Cinquetti serían propietarios de una concesionaria. El denunciante dijo también que ambos comprarían la mercadería en Paraguay, y que serían la cabeza de un grupo mayor, con patas en Paraná, San Benito, Santa Fe y Rosario. Además, mencionó los nombres de Claudio Maydana y Cristina Larrosa, entre otros. “Casi siempre se encuentran en estaciones de servicio. Siempre bajo el nombre de Cafferata”, se leyó este viernes en el TOF de Paraná.
Además, se dijo que ingresan a Entre Ríos por La Paz, y siguen por la ruta 12 a Paraná. A Santa Fe cruzan por el Túnel y de ahí viajan a Rosario por autopista. El recorrido se haría al menos tres veces al mes.
Según el deponente, Ayala cuidaría de la mercadería, aunque no llevaría estupefacientes.
Cuando tuvo que prestar declaración, el imputado dijo: “El auto es mío. La droga es mía. Soy consumidor hace más de ocho años. El chico que venía conmigo (Cinquetti) no sabía nada de esto. El interrogatorio que me hicieron en la Gendarmería fue fuerte”.
Tres testigos
Jesús Jonathan Arnaldo Chuquisaca, es gendarme y actualmente se desempeña en Jesús María, Córdoba. Esta mañana dijo que estuvo a cargo de aquel operativo. “Prestaba servicio en Entre Ríos, y se recibió la orden de requisar un Megane verde claro, en el oficio se lo sindicaba como posible transportista”, recordó. “Me ordenaron implementar un operativo desde el 12 de octubre, y en conjunto con otras secciones de Paraná nos trasladamos a La Paz. El 15 de octubre, era sábado a las 16.20 cuando arribó el vehículo. Le hicimos la señalización para que estacione en la banquina. Se le pidió que apague el auto que era conducido por Ayala. De acompañante iba Cinquetti”, detalló.
El gendarme aseguró que cuando encontraron los ladrillos de marihuana, detuvieron otro vehículo para conseguir testigos. “Paramos a un auto conducido por una femenina que iba acompañada por un masculino. Ambos fueron testigos hasta que llegamos a la dependencia de Gendarmería. En la ruta se inició la requisa con personal a mi cargo. Ayala y Cinquetti se mostraban tranquilos. No obstruyeron el operativo ni tuvieron conductas evasivas. Hallamos el estupefaciente dividido en tres ladrillos. Uno estaba en el parlante de la puerta del conductor. En el habitáculo natural de la puerta, oculto. Posteriormente, se encontraron dos envoltorios más que estaban en el filtro de aire del vehículo. Eso fue lo único en materia de estupefacientes. Conforme lo hallado, llamé al Juzgado Federal y dispusieron que se detenga a las dos personas y se secuestre la droga y el vehículo. Además, ordenaron que los hombres sean trasladados a la UP1 de Paraná”, manifestó el hombre.
“En la sede de Gendarmería buscamos otros dos testigos, porque la mujer y el hombre que estuvieron desde el principio tuvieron que irse. Además, en la dependencia hicimos una búsqueda más exhaustiva en el auto, aunque no tuvo resultados positivos, y labramos las actas que Ayala firmó”.
Leonardo Fabio Gamarra fue uno de los dos testigos llamados por los gendarmes en la dependencia. Este viernes dijo que fue interceptado cuando volvía del centro de La Paz. “Cuando pasaba por la vereda estaban con el auto, me hicieron pasar porque el otro testigo se tenía que ir. Ví droga, algo de plata, celulares, chip y algo de ropa. El procedimiento se había hecho antes, a unos kilómetros de la sede de Gendarmería. Lo que vi fue eso, que estaba la droga arriba de la mesa. Dijeron que la habían sacado de los paneles. Eran tres paquetes. Marrones, ladrillitos”, refirió. También afirmó que “el auto era un Megane verde”.
Por su parte, Mauricio Benito Cáceres se presentó como el segundo testigo en la repartición de la Gendarmería. “Ese día venía del centro, bajé del colectivo y frente al destacamento de Gendarmería un oficial me dijo que podía ser testigo. Me mostraron lo que había. Se trataba de Megane, tres ladrillos, ropa y celulares. En el lugar había otros testigos, Fabio Gamarra y otras dos personas que debían irse”, acotó.
Pedido de la defensa y sentencia
La defensa oficial, ejercida por Noelia Quiroga, solicitó la nulidad del proceso. Argumentó que tuvo la oportunidad de controlar la prueba que dio inicio a la investigación. Reclamó que el denunciante permaneció en el anonimato durante todo el proceso, por lo que no pudo ser confrontado por el imputado y por su defensa. “El Tribunal Federal de Paraná, al momento de rechazar el juicio abreviado cuestionó el anonimato del denunciante, por lo que entiendo que debe hacerse lugar a esta oposición”, apuntó, al tiempo que agregó: “Debe descartarse la base probatoria”.
El planteo fue rechazado por extemporáneo, ya que la prueba había sido admitida.
En la sentencia, los magistrados decidieron condenar a cuatro años y medio de prisión a Ayala, imponerle una multa de 2.000 pesos, las costas del juicio, y decomisar el Megane.
La lectura de los fundamentos se llevará a cabo el 4 de febrero a las 13.