
Neuquén será uno de los protagonistas de la final de la Copa de la Liga Paranaense de Fútbol.
Ezequiel Re
La Copa de la Liga Paranaense de Fútbol se tornó un certamen competitivo, y donde quien más quien menos estuvo a la altura de la circunstancia. A diferencia de otros certámenes amateurs oficiales en la LPF los jugadores no perciben (en su inmensa mayoría) aporte económico, viático y otros.
Al margen de ello, entrenan fuerte en la semana y logran competir en buen nivel. Sin embargo, el cierre que tendrá el certamen acaso no sea el acorde. Es que las finales de Primera y Sub 23 se disputarán en cancha Don Bosco, cuando por presencia de público y comodidades de tribunas sin dudas tendría que las mismas tendrían que ser en el estadio Presbítero Grella, propiedad de Patronato.
Así que los hinchas del Rojinegro y Belgrano en Sub 23, Neuquén y Paraná en Primera, tendrán que ver los respectivos match de pie y pegados al alambrado.
Se repite, no es responsabilidad de Don Bosco, un club que viene creciendo en su estructura. Es más, se elogia el hecho que abra su cancha, tras disputar su torneo de fútbol Palmira Cáceres, donde debió soportar un par de días de lluvia. También abrió las puertas para que el Mondonguero sea local en torneos oficiales y de las inferiores del Consejo Federal de AFA. Todo ello al margen que hace unos meses con apoyo de la LPF pudo resembrar su piso principal.
La cuestión es que, pasarán los años, las temporadas y el interés personal de los clubes estará por sobre la Liga, que luego recoge las críticas por las decisiones ajenas.
Patronato, da la sensación, presta su cancha de acuerdo a los resultados deportivos (lo eliminó Paraná en semis). Seguramente mencionarán que “hay que preservar la cancha para los partidos en la Primera Nacional”. Tal vez con un trabajo mancomunado se habría “recuperado” la cancha en un abrir y cerrar de ojos. Hoy por vos, mañana por mí. Y en el folclore del fútbol, ante el clásico rival Paraná, algunos piensan que de ganar el Gato daría la vuelta en el Grella, cosa que no les gustaría a los simpatizantes Santos.
Entre las negociaciones de la semana existió la posibilidad de jugar en Atlético Paraná, pero Neuquén se habría negado, ya que para ellos sería ceder la localía. Un tema que abriría otro debate de ser así.
Lo cierto es que mientras la Liga Paranaense de Fútbol trata de buscar elevar el nivel de la competencia, les da roce y prestigio a los jugadores liguistas en la Copa País e incluso jerarquiza niveles con la Copa Túnel (certamen entre elencos santafesinos y paranaense y donde Patronato el primer campeón si jugó de local en el Grella) los clubes siguen mirando el ombligo propio. Una pena.
De todos modos, el plato está servido. El domingo se jugarán dos encuentros (Sub 23 y Primera) donde el espectáculo está asegurado. El juego colectivo supera el narcisismo individual.