"Es muy fácil el jueguito barato de plantear que aumenten las penas de prisión, pero hay que hacerse cargo", se quejó el mandatario en diálogo con el diario La Capital. "La verdad es que ninguna provincia por si sola puede enfrentar este flagelo, ni siquiera por ley, ya que no es su competencia y porque se necesitan fuerzas de elite y tecnologías", aseveró. En este sentido, pidió que las fuerzas federales que desplegó la Nación en Rosario se queden en la provincia "el tiempo que sea necesario para poder terminar con este tipo de organizaciones".
Sin embargo, admitió: "No soy ingenuo y no creo que vayamos a terminar con el consumo, que es más viejo que la humanidad. La preocupación es la violencia que gira en torno al consumo de drogas".