Por José Carlos Halle (*)

Sabe el gobernador -más que nadie- el estado en que se encontraba el municipio local y la ayuda que prestó él y el ex gobernador Jorge Busti para, por los menos, pagar los sueldos de los servidores públicos municipales cuando promediaba 2007 y comenzaba 2008. No había dinero ni para pagar salarios ni para prestar los servicios mínimos de la corporación municipal. El abandono y la desidia eran de tal magnitud que el propio Urribarri se encargó de amplificar la irresponsabilidad de los que dejaban el gobierno local (hoy los lleva en sus listas) por todos los medios de comunicación a su alcance.

Sabe el gobernador del esfuerzo que hicimos juntos; juntos todos los paranenses para salir adelante. Sabe el gobernador que saneamos las cuentas públicas, que pagamos todas las deudas y no nos endeudamos, que vivimos con lo nuestro, que hemos hecho un estado municipal eficiente, descentralizado (idea del Plan Estratégico iniciado por don Humberto Varisco) y que prestamos obras y servicios como nunca antes se hizo en la ciudad.

Que entre todos –vecinos, trabajadores, estado- hemos asfaltado y repavimentado más de 500 cuadras; que hemos inaugurado el primer shopping de la provincia, suceso del que por su trascendencia participó, presumo que de buen gusto y sin especulación alguna.

Sabe el gobernador que hemos encarado obras de infraestructuras siempre prometidas y nunca realizadas (como el arroyo La Santiagueña, por sólo nombrar una de ellas) y sabe bien el gobernador que otras muchas que se están realizando, se están haciendo con proyectos municipales. Cuando habla del “banco de proyectos” ha sido mal informado, ya que todas las obras que se encaran en la ciudad cuentan con proyectos, incluidas las de cloaca en Bajada, Tiro Federal y Almendral, las cuales se licitaron con proyectos elaborados en la Municipalidad.

Sabe el gobernador que la semaforización inteligente, que la licitación en marcha para la Playa de Transferencia (para que no ingresen más camiones de gran porte a la ciudad) que el nuevo esquema de Transporte Público, que la urbanización del Hipódromo, son mejoras sustanciales para los ciudadanos de Paraná. Que implican dignidad, calidad de vida. No tendría que entorpecerlas, sino todo lo contrario. La mirada del estadista se caracteriza por ver lejos; no puede un gobernador banalizar la política y sus complejidades; no puede un gobernador expresarse como un “puntero” político que sólo aspira a ganar elecciones. Las elecciones se pueden ganar o perder. No es el punto en discusión, ni lo es el pronóstico de las consultoras.

Las elecciones pasan, otras cosas quedan; los valores de la humanidad se sostienen siempre, los medios de comunicación y los periodistas seguirán trabajando en la ciudad como lo haremos nosotros en el lugar que disponga la ciudadanía. Por eso considero que el decoro no puede vestirse de circunstancial ni la verdad ser mutada cada cuatro años.

Sabe el gobernador -en consecuencia- que siempre hemos sido respetuosos de la institucionalidad y de las personas, tanto que tenemos funcionarios en la comuna que participan de su proyecto; pero también nos sabe autónomos y libres. Nunca hemos agredido su investidura ni su honorabilidad, como lo hicieron -orillando la injuria- algunas personas que lleva en su lista y algunas otras que prestan servicios en su gobierno en puestos relevantes.

Creemos que el respeto por las diferencias (incluidas las posiciones políticas), la amplitud y el diálogo, la valoración de las instituciones democráticas, la libertad de expresión y de conciencia, la búsqueda permanente de la justicia social (las obras son para todos, sin distinciones partidarias) son valores que el gobernante debe no sólo explicitar, sino también sostener.

Nuestro acompañamiento a Jorge Busti no es nuevo. Estamos con él por convicción, pero eso no debiera ser un disvalor para ningún gobernante, menos para Sergio Urribarri, quien creció y se desarrolló en esas filas. Puede cambiar de opinión. Está en todo su derecho, pero no puede justificar su derrotero político trivializando convicciones de otros.

Sabe el gobernador, por último, que falta mucho, pero sabe más que nadie, que mucho hemos hecho.

(*) Presidente municipal de Paraná.