Por Jorge Oscar Daneri*
Son muchas respuestas desde la teoría jurídica ambiental. Pero la verdad, parcial, mi pobre verdad, bien así, muy subjetiva y con una impotencia infinita, es que en una escala de corrupción como a la que asistimos, donde Petrobras queda en manos de Cristóbal López, donde todo es como la ruleta prostituida o tramposa, la teoría es violada por la realidad más corrupta de la inaplicabilidad del derecho ambiental y constitucional, donde las provincias se silencian y la autoridad de los acuerdos pasan por pocas manos, la nueva burguesía nacional y popular de unos pocos muy amigos del poder de turno, con discurso de mayorías y con las multinacionales de siempre, perseguidas por la justicia de Ecuador y mimadas por la Argentina, donde el ALCA ingresa o por Chevron o por Monsanto, o con las mineras. Las teorías jurídicas ambientales del presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, o los nuevos libros de Eugenio Raúl Zaffaroni sobre la Pacha Mama, se pueden ir bien al fondo de los acuíferos, para que allí sean fósiles de algunos arqueólogos luminosos de otra civilización, que al re descubrirlos, puedan confesar: “Lástima que éstos hombres de derecho no fueron comprendidos en tiempo y forma, tarde Será Justicia, la que ni ellos, ni más ni menos, pudieron brindar a su propio pueblo...”
Nota. Estas notas son de libre publicación, o mejor, de publicación posible, atento no creo que ni el grupo Clarín, ni Página/12, ni los diarios públicos y notorios de Entre Ríos en manos del poder del señor gobernador, tengan deseo alguno de hacerlo, en este contraste de contradicciones asociativas, donde se dice democratizar para luego en casa concentrar o apropiar, y los de siempre, reparten la torta, para que nada cambie.
*Abogado, integrante de la Fundación M’Biguá.