La violencia volvió a decir presente en el fútbol argentino. Esta vez fue el ascenso, más precisamente en la Primera B Metropolitana. El clásico de 3 de Febrero, entre Estudiantes de Buenos Aires y Almagro debió suspenderse a 10 minutos del final porque la barra el Pincha rompió el alambrado, una vez que el encuentro parecía sentenciado. La visita se imponía por 3-1 y se aseguraba el pase a la final del reducido.

El árbitro Ramiro López suspendió el encuentro a los 35 minutos del complemento, tras esperar 10 minutos y luego de que la policía confirmara que no había garantías para continuar con el encuentro. Los hinchas locales habían roto el alambrado perimetral y amenazaban con ingresar al campo de juego.

La policía que se encontraba en el lugar impidió el ingreso de los barra utilizando escudos y, como los violentos no cesaban en su intento, les arrojó gas en aerosol. Como si no fuese suficiente enfrentarse con la policía, los barras se pelearon entre sí, aunque este enfrentamiento duró apenas unos minutos. Los desmanes continuaron fuera del estadio, cuando los barras volvieron a enfrentarse con la policía que en esa ocasión utilizó gases lacrimógenos y balas de goma para tratar de dispersarlos.

Estudiantes había comenzado arriba en el marcador por un gol de Hernán Lopes, a los 19 minutos del primer tiempo. Pero Almagro logró igualarlo antes del final de esa etapa, con un tanto de Emiliano Ronconi a los 46, y en el comienzo de la segunda pudo darlo vuelta. A los siete del complemento, Ruiz Sosa convirtió el 2-1 y un rato después, a los 15, Damián Arce anotó el tercero tras una buena contra.

Si se confirma la victoria de Almagro, el equipo de José Ingenieros enfrentará en la final del reducido por el segundo ascenso a la B Nacional al ganador del choque que esta noche tendrá como protagonistas a Defensores de Belgrano y Deportivo Morón, en Núñez, consigna Clarín.

Foto: Captura de TV