Con el fin de que se los juzgue bajo esa figura, pedirán que a los imputados se los siente en el banquillo en las mismas audiencias previstas para el líder del gremio, José Pedraza, su número dos, Juan Carlos “Gallego” Fernández, y ocho matones que integraron la fuerza de choque.
El juicio oral contra Pedraza y la patota tiene fecha para el 20 de febrero en el Tribunal Oral Criminal 21. Todos están acusados de homicidio.
La querella del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que representa a la mamá de Mariano, y la que integran las abogadas María del Carmen Verdú (de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional) y Claudia Ferrero (del PO) en nombre de los heridos, ya sostuvieron que el papel de la policía en el asesinato no debe ser juzgado por separado: sin su participación, aunque más no sea para dejar actuar a la patota –sostienen-, no habrían matado a Ferreyra.
Por eso, plantearán el martes que están dispuestos a asumir una demora en el inicio del juicio con tal de que las causas se unifiquen. El tribunal 21 no lo descarta, mientras que el otro expediente le tocó al 19, según consignó Página 12.
Los policías que van a juicio son el comisario inspector Luis Osvaldo Mansilla -ex jefe de Control de Líneas-, el comisario Jorge Raúl Ferreyra -ex jefe de la División Roca-, el subcomisario Rolando César Garay -de la comisaría 30ª- y el camarógrafo policial David Villalba. Además, los que estaban en la Dirección General de Operaciones (DGO): el comisario mayor Hugo Ernesto Lompizano, quien luego fue jefe de comisarías y terminó expulsado, el principal Gastón Conti y el subcomisario Luis Alberto Echavarría.
Según la jueza, ninguno de los responsables del operativo hizo nada por evitar el ataque, pese a que hasta podían anticiparlo por la actitud de los ferroviarios y por una gresca del mes anterior en Constitución. No hubo medidas “preventivas”, “disuasivas” ni de “negociación”. Tampoco dieron –advierte- intervención inmediata ni a la fiscalía ni al juzgado; usaron para comunicarse teléfonos POC, que impiden registrar las conversaciones, había numerosos policías de civil (prohibido en acontecimientos de este tipo) y la filmación policial de los hechos quedó interrumpida entre las 13.33 y 13.39, justo cuando mataron a Mariano y balearon a los demás.