El comienzo fue interesante. Hubo vértigo, mucho uno contra uno y una importante cantidad de puntos. Para el espectáculo fue ideal. Los dos apostaron a la velocidad, no tanto al juego estacionado. Y más allá de la falta de orden y algunos errores, la acción individual elevó la calidad del juego.

El 27 a 23 con el que finalizó el primer chico fue suficiente para reconocer que las ofensivas se impusieron a las defensivas. En este contexto, hubo un duelo que valió la pena seguir en todo sentido: Matías Sandes-Jazwin Cowan. El alero de Sionista y el de 9 de Julio jugaron un partido aparte y mostraron los más variados recursos ofensivos. Jugaron de espalda y de frente a la canasta, y claro está, lo hicieron muy bien. Sandes fue la principal vía de gol del local y Cowan de la visita.

En una primera mitad pareja y equilibrada, el dueño de casa sacó la primera diferencia con lo que más le gusta hacer: defender y correr. La transición fue un eje central para que Sionista se sintiera cómodo y se mostrara más peligroso. Luis Cequeira fue el abanderado para imponer esa acción, pero también lo hizo bien Federico Ferrini y hasta el mismo Sandes se animó a trasladar en velocidad. El 19 a 12 y el 37 a 29 ratificaron el correcto funcionamiento.

Además de Cowan, tremendo jugador, 9 de Julio se sostuvo con expectativas por el aporte de su otra ficha foráneas, Josimar Ayarza, alero de mucha versatilidad.
Sionista fue un poco más que su rival porque tuvo variantes para definir. El pick and roll, el penetrar, juntar y descargar y el rotar el balón por el perímetro fueron otras opciones.

Más allá de los cambios de fichas y de movimiento de personal, Sionista estuvo concentrado, supo sostenerse arriba y se fue al descanso largo con una buena diferencia (47 a 37)

Así como estuvieron buenos los minutos iniciales del partido, todo lo contrario fueron los primeros pasos del complemento. Ambos confundieron vértigo y velocidad con desprolijidad, entonces todo costó más de lo previsto.

Más allá de este panorama, Sionista sacó la máxima de 53 a 41. Cequeira en el perímetro y Sandes como un todo terreno fueron los sobresalientes, bien acompañados por un Ferrini activo en ambos costados.

El tercer cuarto pasó sin demasiados sobresaltos. En sí, ni la visita pudo achicar y ponerse a tiro ni el local pudo despegarse aún más como para entrar a la recta final. Todo parejo, todo igual, aunque con un Sionista con menos gol que en cuartos anteriores.

Al último segmento el dueño de casa entró arriba 62 a 53. Un combativo elenco cordobés provocó que el Centro tuviera que mantener y no aflojar en su concentración. La visita puso el acento en su lucha y metió adrenalina a la noche. Se colocó 62 a 57. Sionista no se desesperó y con Alejandro Zilli en la lucha volvió a tomar una mayor luz.

La visita se la jugó todo por el todo y se entusiasmó con otro repunte. Primero se puso 73 a 67 a casi tres minutos por jugar y después 74 a 69 a algo más de un minuto. La ilusión visitante se terminó cuando la categoría de Matías Sandes se impuso otra vez. El mendocino se comió la cancha y fue la gran figura. Un triple de su autoría fue esencial para provocar el definitivo quiebre, consigna El Diario.

Foto: Prensa Sionista (Pablo Merlo)