Según publicó El Diario, la agresión se registró cuando se debatía la verosimilitud de una versión que daba cuenta de posibles recortes en contratos de trabajadores del área. Desde la Comuna afirmaron que no existen “esos decretos que se mencionan”.
El denunciante tomó la palabra para asegurar que “él daba fe que no existía ningún decreto al respecto y que era necesario que los trabajadores vuelvan a sus actividades normales para garantizar los servicios públicos a los paranaenses”. Fue en ese momento que se habría producido el altercado con los trabajadores, que estimulaban la posibilidad de no brindar servicios, y fue golpeado duramente.
En la denuncia identificó a dos trabajadores municipales de apellidos Ardizzon y Leytes. Aseguran que los beligerantes empleados no permitían atender los teléfonos que sonaban con la demanda de la población para conocer las medidas que se podrían tomar y, que se intentó impedir que se cumplan los servicios en las cuatro unidades en que está dividida la ciudad.
Siempre según quienes fueron parte de los episodios, se reseñó que se produjeron “aprietes” a los trabajadores que no estaban de acuerdo con la medida, especialmente los responsables de las áreas, y se intentó desarticular la programación de los semáforos para generar inconvenientes y contratiempos en la ciudad.
Por su parte, si bien lo hizo oficialmente, desde la Municipalidad aseguraron funcionarios consultados que “no existen esos decretos que mencionan y que todavía no se tomaron las decisiones al respecto”. “Lo que es cierto es que vamos a estar muy atentos a las actitudes que tomen desde el Sindicato, porque estamos decididos a garantizar la libertad de trabajo de cada empleado que así lo requiera”, sentenciaron.