Según informó El Día, la modificación generó preocupación entre los especialistas argentinos dado que el cambio sólo alcanza a la pastera y se produjo casi en simultáneo con el ingreso del comité de científicos a la planta para realizar tareas preliminares a los procedimientos de control.
La Argentina había elevado su queja porque la planta de Botnia diluye sus efluentes industriales en el río Uruguay, una práctica desaconsejada, y el país vecino reconoció esta situación mediante la misma resolución y le otorgó a Botnia un plazo de 45 días para que modifique el sistema.
Respecto de la Comisión del Río Uruguay (CARU) se analizará "la marcha del Plan de Monitoreo de la Planta de producción de pasta de celulosa UPM (ex Botnia) y la reciente normativa uruguaya relacionada con los efluentes de dicha planta", se indicó en un comunicado.
Finalmente, el nuevo encuentro entre los cancilleres se producirá poco después de la marcha que asambleístas de Gualeguaychú realizaron el domingo al puente internacional General San Martín, para volver a denunciar públicamente la contaminación del río.