El local empezó el juego muy enfocado, con la determinación de querer imponer condiciones desde el comienzo. Obligó a partir del saque, su bloqueo se hizo fuerte y, a la hora de atacar, Juan Ignacio Finoli buscó mucho a los centrales, que anotaron los cuatro primeros puntos de BAU al llegar al primer tiempo técnico (8-5). El cubano Ihosvany Hernández, de gran primer capítulo, fue el estandarte de una ventaja que si situó en el orden de los 3-4 puntos hasta el 14-10.
Entonces, sobrevino una ráfaga de errores de local que Boca, con el siempre rendidor Marcos Domínguez supo capitalizar y el juego entró en un plano de igualdad (17-17). Tuvo que aparecer Milinkovic y una muy buena serie de saques ganadores (el propio capitán, Hernández y Mariano Giustiniano) para encaminar la victoria parcial.
En medio de un interesante duelo de hinchadas, el segundo set tuvo un desarrollo épico. Porque con el impulso del primer set, el dueño de casa arrancó con todo, incluyendo algunas jugadas espectaculares a partir de grandes defensas para situarse 5-1 frente a un adversario obnubilado. Pero repentinamente, el desarrollo cambió drásticamente. Boca, de la mano del rol protagónico de Domínguez selló cuatro puntos seguidos y pasó a ganar (6-7).
A partir de allí, el dominio fue y vino, alternándose ambos conjuntos en el liderazgo. Cuando parecía que el Xeneize tenía mejor cierre (un punto de saque de Nicolás Uriarte lo dejó a su equipo 18-21), emergió a puro corazón el local, que levantó una desventaja incluso peor (19-23). En ese tramo, el destacado resultó Giustiniano.
Y el retorno de los centrales que, después de precisas recepciones, fueron habilitados una y otra vez por Finoli. Con el público en vilo, BAU dispuso de cuatro set ball pero no consiguió ponerle la firma al segmento. Y entonces, las oportunidades pasaron al bando contrario, hasta que después de un largo rally, lo definió Mauricio Arrúa por zona dos.
Lineal al extremo resultó el tercer capítulo. Casi no pudieron sacarse ventajas en las diferentes facetas del juego y, por ende, tampoco establecer brechas en el resultado. Punto a punto llegaron al tramo decisivo, cada uno con sus mejores armas: BAU usufructuando los dividendos por el centro de la red y, como segunda opción, a los puntas o a Milinkovic. Boca, apostando casi todo a ganador al imparable Domínguez.
Así el partido fue subiendo en tensión y tras un bloqueo notable de Hernández a Domínguez, BAU se adelantó 11-8 y a partir de allí dominó con amplitud el capítulo, con la solidez de Giustiniano y Radtke para bloquear (14-9 y 20-12). Los positivos ingresos de Joao Kulauskas y Juan Pablo Hatrick dispuestos por el DT de Boca, Marcelo Gigante, no modificaron demasiado y el quinto set volvió a ser una realidad.
En el tie break, el bloqueo del Xeneize funcionó bien y cuando Guillermo García se estrelló contra una doble pared, el visitante obligó a Kantor a pedir un tiempo de descanso (6-9). Entonces, BAU a puro corazón acortó distancias (9-10) e incluso tuvo un match ball, gracias a una enorme racha al saque de Giustiano. Pero como toda la noche, la última palabra la tuvo Domínguez y Boca se llevó su premio.