Busti señaló a Graciela Bar y a la plana ejecutiva del gobierno tener en cuenta que: “PISA examina a estudiantes de una determinada edad y no de un nivel escolar específico; no se concentra en una sola materia escolar, sino que revisa las tres áreas de competencia de lectura, matemáticas y ciencias naturales; los problemas por resolver deben ser presentados en contextos personales o culturales relevantes; no analiza los programas escolares nacionales, sino que revisa los conocimientos, las aptitudes y las competencias que son relevantes para el bienestar personal, social y económico (OECD 1999). Para ello no se mide el conocimiento escolar como tal, sino la capacidad de los estudiantes de poder entender y resolver problemas auténticos a partir de la aplicación de conocimientos de cada una de las áreas principales de PISA; no establece un ranking, por ello, un gobernante serio y con conciencia social toma sus parámetros como un indicador más para atender a mejoras en el sistema educativo”.

Tras ello, el nuevamente candidato a al gobernación de Entre Ríos recordó que en su última gestión, en 2003, “el grado de deterioro social, económico y cultural en el cual se encontraba la provincia post crisis era total, con una amplia deserción escolar, escaso presupuesto educativo e infraestructura escolar deficiente y en magro estado”; y subrayó: “A partir de ese año, y hasta 2007, y reconocido por el mismo Ministerio de Educación nacional, se mejoraron los parámetros generales, al punto tal que Entre Ríos recuperó los valores de los indicadores de la media nacional, los cuales hoy están claramente por debajo de los índices logrados, a raíz de una política educativa deficiente por parte del gobierno de Sergio Urribarri”.

Luego de castigar al oficialismo, Busti volvió hacia las “mejoras educativas” de la gestión 2003-2007 y puntualizó: “Logramos parámetros normales a partir de un entramado de políticas del gobierno que mejoraron en escala al sistema, a partir de una inyección en la inversión presupuestaria que alcanzó los 74 millones 394.014 pesos en la reparación y acondicionamientos de edificios escolares; el aumento de salarios del escalafón docente del 199,21 por ciento en cuatro años; el mejoramiento en la inversión en becas para los estudiantes, la cual demandó 9 millones 561.428 pesos; y la creación de más de 700 cargos educativos en el escalafón general y 1865 en el escalafón docente, además de la creación de más de 65 mil horas cátedras. Así, disminuimos el 50 por ciento de la deserción escolar, en clara sintonía con políticas de fortalecimiento y de dignificación social y económica de los entrerrianos”.

En ese contexto, Busti consideró que “desconocer por parte de Bar la realidad que se forjó en 2003 - 2007, es desligarse de la triste realidad educativa de la actualidad y, ante todo, es faltar a su responsabilidad y a la memoria”, y fustigó: “Si Graciela Bar tiene la liviandad de hablar de repitencia, será a partir de un mea culpa sobre su accionar como senadora nacional y el desconocimiento de la responsabilidad que poseía Sergio Urribarri como ministro de Educación de la provincia en nuestra última gestión”.

“Por eso, hoy el gobierno provincial no puede desligarse de su responsabilidad en cuanto a la realidad. El informe PISA da claras muestras de la deficiencia en los parámetros actuales, y el ministro de educación Sileoni así lo reconoce. En ningún momento y bajo ningún título de un diario de cualquier rincón del país se hace referencia a la repitencia escolar como sí lo hace la presidente del CGE”, cerró el dirigente del Peronismo Federal.