Lila Yañez, una de las directoras de la empresa hotelera Yañez Martín, se refirió este jueves al cierre del "Paraná Hotel Plaza Jardín", y confirmó que rechazó alquilarle al municipio el “Gran Hotel Paraná” para alojar a pacientes que tienen que cumplir aislamiento por sospecha de coronavirus.

Al ser consultada en el programa En el dos mil también (FM Nueva Litoral) sobre la ayuda que venían solicitando a la comuna y la propuesta del municipio de alquilar el otro hotel de la firma, explicó: “Sobre la ayuda que estamos reclamando desde que empezó la cuarentena no hemos tenido respuesta desde la municipalidad. Lo otro va por otro carril. Ayer a la noche se comunicaron conmigo de la Municipalidad por esta necesidad para alquilar el hotel. El tema es que necesitan un hotel de por lo menos 100 habitaciones, y el único es el Hotel Paraná, también está el Mayorazgo pero está cerrado y no había posibilidades”.

“Estuvimos conversando y finalmente decidí que no. Así que, al no alquilarle a la Municipalidad, ellos deberían buscar dos o tres hoteles para llegar a las 100 plazas que necesitan”, explicó.

Al ser consultada sobre los motivos por los cuales rechazó alquilar el hotel, contó: “Lo pensé mucho, la respuesta la dí hoy a la mañana. Veo que se estigmatiza mucho, y pienso que tengo el hotel por dos meses con gente que, de acuerdo a lo que me dijeron, no serían infectados sino personas que necesitan aislamiento por 48 horas, que supongo que en ese lapso hacen el hisopado y esperan el resultado; al día siguiente si es negativo se retira y si es positivo va al hospital, supongo que es así, no lo consulté ni me lo han dicho, pero me llamó la atención lo de 48 horas”.

Y agregó: “Pensé que el día de mañana no quisiera perder clientela porque va a quedar el hotel marcado como que hubo infectados; y por otro lado, para cuidar al personal. Dentro del grupo, que es muy poco el que está trabajando, hay personas que tienen la mejor predisposición y hay otras que tienen temor, y hay que respetárselo. En ese sentido, no llegué a consultarlo pero me imaginé que no iba a contar con el personal, sobretodo para entrar a las habitaciones. No quise cargarle un problema más en este momento. Preferí no aceptar este alquiler”.

Tras 74 años, cierra el "Paraná Hotel Plaza Jardín".

Tras 74 años, cierra el "Paraná Hotel Plaza Jardín"

Y confió: “Reconozco que me era conveniente, pero a veces la conveniencia económica termina con un costo más alto que no tiene un número; de infectar a algún empleado del hotel para mí sería un peso importante, no puedo no considerarlo, y a la vez debería cerrar el hotel e ir todos a cuarentena”.

Respecto del cierre del Paraná Hotel Plaza Jardín, confió: “Hará un mes lo veníamos pensando. Llevamos de hotel cerrado de cuarentena a partir del 18 de mazo; y entre abril y mayo y al ver que transcurría el tiempo y no se vislumbraba la reactivación, las noticias con respecto al virus eran cada vez más negativas -hablando del corrimiento de cuarentena-, vimos que iba para largo y se nos estaba haciendo muy pesado el sostenimiento de gastos. Y empezamos a pensar en una cantidad de posibilidades, pero el objetivo era frenar o reducir ese gasto, y de ahí partió un poco la idea que terminó en esta decisión”. En ese marco, si bien admitió que recibieron ayuda en el pago de sueldos, no fue así con las cargas laborales.

“Lo que vemos los colegas hoteleros en el país es que la reactivación de la actividad está lejos. Muchos hablan de un año, otros de dos. Yo soy un poco más optimista y pienso 11 meses, quizás”, estimó.

Al ser consultada sobre la aprobación de la ley de emergencia en turismo, opinó: “Consiste en la reducción al 50% del Impuesto Inmobiliario. Pero hay muchos gastronómicos, locales chicos sobre todo, que alquilan y no siempre pagan el impuesto; y también reducción o no pago de Ingresos Brutos, pero es que al no estar facturando no tenemos nada que pagar. Como título está bueno, pero cuando vamos a la práctica no se refleja”.

Sobre la actividad, señaló: “Trabajamos bien hasta noviembre del año pasado. Generalmente los meses de junio a noviembre son buenos, porque es cuando hay eventos, congresos. Caemos mucho en la ocupación en diciembre, al no haber turismo, porque en verano el turismo es de paso, gente que hace noche y se va el otro día rumbo a Brasil o Uruguay. Y este último verano no hubo, así que venimos mal desde diciembre”.

Finalmente, recordó que la empresa está en venta: “Hace tiempo, los dos hoteles. Es una empresa familiar, fue fundada por mi padre, la continuamos mi hermana y yo, y no hay quién continúe con la empresa. Tenemos una forma de trabajo muy exigente, estamos todo el día. Nos encanta el trabajo, pero es demasiado”.