El secretario general de la Seccional Paraná de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA), Hugo Permayú, se refirió a la situación del sector y a las expectativas ante la flexibilización del aislamiento.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Permayú explicó que “es una incógnita saber en qué momento se van a restablecer los establecimientos” y deseó que “sea lo más rápido posible”.

De todos modos, destacó que “hay un paso adelante muy importante que pensábamos que, así como fuimos los primeros en cerrar íbamos a ser los últimos en abrir, pero la posibilidad de que esté controlada la pandemia nos brinda esta oportunidad de empezar a buscar la normalidad”.

“Esto es todo nuevo y tenemos un enemigo que jamás pensamos que vamos a tener enfrente y no sabemos cómo pelearle, y es responsabilidad de toda la sociedad intentar cuidarnos”, analizó.

“La apertura que espero que sea en las próximas horas todavía se necesita saber cómo lo va a protocolizar la Municipalidad; la provincia ya avanzó y ahora estamos esperando que entre hoy y mañana ya el municipio dé la apertura”, aclaró y en ese sentido comentó: “Apenas se anunció el decreto hablamos con el municipio de Victoria y le enviamos el protocolo nacional que es muy estricto y hay que ver como se consensua con los empresarios y los municipios para poder llevarlo delante”.

Sobre la situación en Paraná, dijo que “desde el gremio no se habló con el municipio pero sí lo está haciendo la Asociación Empresaria”. “Les hicimos llegar este protocolo a todos quienes lo solicitaron, que es muy estricto, que va a costar un poco aplicarlo y que habrá que aprender a aplicarlo, pero que fundamentalmente se basa en el achicamiento de los bares y restaurantes a casi el 50% de su capacidad, el distanciamiento entre mesa y mesa debe ser de unos dos metros, y demás”, puntualizó.

Estimó que “si en nuestras casas recomiendan la higiene de los utensilios, en los bares y restaurantes será mucho más profundo; se indica no usar barras, medir la temperatura de los trabajadores y clientes, y hay un montón de situaciones que todavía no tenemos claro y se irán viendo en el corto tiempo”.

Por otra parte, respecto de la posibilidad de reducir personal ante la reducción de la capacidad de atención estimó que “habrá una rotación” pero adelantó que “esto se irá viendo porque todo es nuevo y no sabemos cómo se implementará”. De todos modos, apuntó que “se tiene que garantizar la estabilidad de todos los trabajadores, más allá del gran drama que tenemos en nuestra actividad donde hay un 30 a un 35% de trabajadores en negro y que es la preocupación mayor que tenemos”.

En cuanto a la situación de crisis que generó la pandemia, Permayú puntualizó que “en Paraná ya hay unos ocho establecimientos gastronómicos que cerraron y hay más de 80 personas en la calle y en la actividad hotelera la costa del Uruguay es un desastre; en Federación ya hay cuatro hoteles que cerraron y no abrirán hasta enero del año que viene, en Victoria también hay algunos problemas graves”.

“En los grandes hoteles, como el Mayorazgo, no abrirán inmediatamente y analizarán la situación en función de si les conviene o no, lo cual nos pone en una situación de más incertidumbre y los trabajadores están temblando en función de poder perder su fuente de trabajo”, agregó.

A eso sumó que desde el gremio se nuclea a los trabajadores de casinos, “que es una actividad a la que ni se nombra y nos preocupa la situación de los trabajadores”.

Consideró que la reapertura “será bastante uniforme” en ambas costas de la provincia y explicó que “todo depende del interés que tenga cada intendente, y de la responsabilidad porque acá nadie quiere jugarse: el sector político le tira la pelota a salud, y viceversa”. “La responsabilidad que ha tenido en este momento el gobernador de la provincia para decidir la apertura no se ve en Santa Fe, desde donde ayer llamaban preocupadísimos porque por el momento no se ve la posibilidad de reapertura de los establecimientos”

Por último, mencionó que “el gremio tiene alrededor de 9.000 afiliados en la provincia, en la seccional de la costa del Paraná hay unos 3.000 y en la seccional de la costa del Uruguay, unos 6.000 aproximadamente, pero hay entre un 30 y un 35% de trabajadores en negro”.