Este martes a las 9 se definirá el futuro del Frigorífico Rural de Gualeguaychú y de sus trabajadores.
Es porque un grupo de ellos, alrededor de ocho, pidió la quiebra para cobrar una deuda que los propietarios de la planta mantiene con ellos.
Se trata de obreros que “habían arreglado por afuera y la empresa no cumplió”, recordó Juan Torres. La primera quiebra había sido levantada en febrero, lo que edificó las esperanzas de que se reactivara el frigorífico.
“Llegamos a un arreglo con la deuda del 2010 y se levantó la quiebra con la promesa de volver a trabajar, así seguimos”, señaló el delegado y expresó que hay “incertidumbre y preocupación” entre los empleados.
“Mañana (martes) de mañana se sabrá si la salvan o va al remate”, acotó Torres y criticó la actitud de los dueños de la planta: “Tanto tiempo estuvieron y no hicieron nada”.
A su entender, lo mejor sería que “alguien la compre y la reactive” pues el lugar “está limpio, todo pintado y listo para volver a trabajar”, consignó APF.