Luciano Vicentín está viviendo una temporada que difícilmente olvidará. Más allá de lo que suceda desde aquí en adelante, el 2021 quedará marcado para siempre en la vida del voleibolista nacido hace 21 años en Paraná. El jugador surgido en Argentino Juniors, con paso por Paracao y River Plate antes de emigrar al suelo europeo, arrancó el actual calendario representando del BBTS Bielsko-Biala, en la segunda categoría de Polonia; y celebrará navidad con los colores del VfB Friedrichshafen, el equipo más ganador de Alemania y uno de los más poderosos de Europa.

“En primer lugar, fue una alegría inmensa llegar a un equipo como el que me encuentro en este momento. Con la historia que tiene la institución, cuando me enteré que estaba la posibilidad de poder venir a jugar acá esta temporada, fue una felicidad enorme y traté de hacer todo lo posible para que se termine concretando”, dijo Vicentín a El Diario. Y agregó: “La temporada pasada tuve la suerte de hacer un buen trabajo y se interesaron en mí”.

Hoy, el entrerriano está radicado en Friedrichshafen, en la parte septentrional del Lago Konstanz, cerca de las fronteras con Suiza y Austria; a un poco más de 700 kilómetros de Berlín, la capital alemana.

—¿Cómo llevás adelante el período de adaptación?

—Fue muy buena y rápida porque no es una ciudad muy grande -58.000 habitantes aproximadamente-. Es bastante fácil conocer todo y no digo que conozco la ciudad de punta a punta, pero sé dónde están ubicados los lugares más lindos y céntricos de la localidad.

—¿Y en lo deportivo?

—Soy el segundo más chico de edad en el equipo, pero mis compañeros me recibieron muy bien. En lo que tiene que ver la parte humana, son muy buenos, y eso me ayudó a acomodarme rápidamente. Si bien es un equipo bastante nuevo y es la primera vez que muchos juegan aquí, fue una adaptación muy rápida y buena. Ya pasó el comienzo y estamos jugando la segunda rueda de la fase regular de la Bundesliga, y el 22 de diciembre jugaremos la semifinal de la Copa de Alemania frente a Berlín en un partido único, en condición de local. Estamos esperando los próximos desafíos de Champions League y trataremos de sumar la mayor cantidad de puntos posibles en la liga para afrontar los playoffs.

—¿Cómo es el nivel que encontraste?

—El formato de la competencia es bastante parecido a otros torneos que ya he jugado. Generalmente, tenemos dos partidos durante la semana y eso te hace estar todo el tiempo con las energías al 100%. En lo personal, siempre prefiero que sea así porque me gusta que haya mucha actividad. La temporada pasada se hizo bastante larga porque jugábamos solamente los fines de semanas y ahora me siento más cómodo compitiendo continuamente.

—¿Seguís manteniendo el contacto con el staff técnico de la selección argentina?

—En estos momentos no, después de la obtención de la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio que logró el equipo titular, formé parte del Grupo B y tuve la mala suerte de quedarme afuera del representativo que compitió en el Sudamericano. Seguiré trabajando para tratar de mejorar y poder meterme el año que viene en algún torneo con el seleccionado nacional.

—¿Qué objetivos tenés para esta temporada?

—Trataré de aprender lo máximo posible e intentaré aprovechar la infraestructura que tiene esta institución. Es uno de los clubes más grandes de Europa y en la parte infraestructural no me puedo quejar de absolutamente nada. Intentaré exprimir todo lo que se pueda para crecer en lo personal. En lo grupal, buscaremos conseguir los objetivos que tenemos como equipo y esperemos que al final de la temporada podamos festejar después de haber concretado todos los retos que nos planteamos.

—¿Y a largo plazo?

—Anhelo establecerme más como jugador profesional como lo vengo haciendo hasta ahora. Siempre me enfoco en progresar en nivel y buscaré más minutos en cancha. Sé que soy muy joven y ahora estoy teniendo participación, pero a largo plazo me gustaría ser titular en un club grande como el VfB Friedrichshafen.