Talleres perdió 5 a 2 ante Náutico El Quillá y se quedó con el subcampeonato del Torneo Dos Orillas de hockey sobre césped, en un partido que se disputó en la cancha de agua del Paraná Rowing Club. Un impresionante marco de público del Rojo se hizo presente en La Tortuguita para alentar que no pudo coronar con el título, pero que cerró una estupenda campaña con apenas una derrota en la temporada y después de haber sido el N°1 de la Fase Regular.

En tanto que para los Tiburones fue la sexta consagración consecutiva en la competencia (2016, 2017, 2018, 2019, 2021 y 2022) que organizan en conjunto la Asociación Santafesina de Hockey (ASH) y la Federación Entrerriana de Hockey (FEH).

Las acciones en La Tortuguita

En los primeros dos cuartos El Quillá fue quien marcó el trámite del juego, tuvo mayor tiempo la bocha y el dominio territorial. Talleres apostó por esperar bien posicionado, pero no tuvo situaciones claras frente al arco rival. Después de tres córners cortos desperdiciados, los dirigidos por Enzo Preli abrieron el marcador con un golazo de Eduardo Neme con una definición cruzada en el minuto 22.

El partido ingresó en un desarrollo muy friccionado y de muchas protestas por parte de ambos bandos. Antes de la finalización del segundo segmento fue expulsado el entrenador del Rojo, Emiliano Miño. En el epílogo del 2C El Quillá atacó con claridad por la banda izquierda en un par de oportunidades y pudo haber llegado con mayor diferencia al descanso largo.

En el tercer período el CAT salió a buscar el empate con el empuje de su gente; fue más corazón y voracidad que orden táctico. El cuadro santafesino se mantuvo firme y desnudó ciertas dificultades defensivas de Talleres en dos acciones casi seguidas golpeando en un tramo clave: Emanuel Garay (34’), de córner corto, y el capitán Gonzalo Trinchieri (36’) empezaron a encaminar la historia para los Tiburones.

En los instantes decisivos del tercer cuarto los paranaenses adelantaron sus líneas y apretaron más arriba; así fue que Pedro Luque (41’) descontó empujando la bocha casi debajo del arco. Era una luz de esperanza en un contexto complicado. El partido ganó en emotividad, hubo también alguna que otra brusquedad, pero el CAT careció de paciencia y eficacia para meterse en partido.

En el último período El Quillá fue amo y señor, controló a los atacantes del CAT y no tuvo fisuras en el sector defensivo. Con las cartas sobre la mesa, los cinco minutos finales fueron puro vértigo: Lorenzo Bertone (56’) anotó el cuarto tanto para los santafesinos, Pepe Luque (57’), de corto, volvió a descontar para el CAT, y Patricio Borrmann (58’) puso cifras definitivas al marcador en la fría noche entrerriana.

Prensa Club Atlético Talleres