Los directivos de las escuelas del Departamento Tala se reunieron hoy de manera virtual, ante la preocupación por el regreso a la presencialidad de los docentes a las aulas. “Habíamos programado la reunión con autoridades de AGMER, el director Departamental de Escuelas y el COES local. Lamentablemente nadie del COES se conectó a la reunión y solo el director del Hospital se excusó”, advirtieron en un comunicado de prensa difundido hoy a través de AGMER Central.

“Nuestra preocupación tiene varias aristas e interrogantes. En principio ¿qué criterios epidemiológicos se tuvieron en cuenta hace unos días atrás cuando el COES solicitó a las autoridades gubernamentales provinciales la excepción a la presencialidad en el Departamento Tala? ¿Cuáles de esos indicadores se estabilizaron o bajaron para que considerar que en los días que corren actualmente la presencialidad es sostenible?”, interpelaron para acceder a una información que les permita razonar con cierta lógica.

“En representación de la docencia de las escuelas de nuestro Departamento, podemos afirmar que los trabajadores de la educación durante el 2020 y lo que va de 2021 han trabajado y se han adaptado a la situación que atravesamos de una manera ejemplar”, ratificaron.

“Más del 90 por ciento afirmó que su trabajo se acentuó con la pandemia. De ninguna manera la discusión puede pasar por si se trabaja o no se trabaja. Los docentes han sostenido y siguen poniendo sobre sus espaldas la educación entrerriana, con sus propios recursos, tratando de llegar a todos y cada uno de los alumnos generando miles de estrategias”, advirtieron.

“También podríamos afirmar que la mayoría de los agentes en la educación prefiere la presencialidad, pero lamentablemente atravesamos una pandemia, y la prioridad debe ser salvar vidas”, reflexionaron.

“Hace un par de semana el ministro de Educación, advirtió que en los lugares donde había ''alto riesgo epidemiológico'' se debía volver con una presencialidad administrada. Contrariamente la resolución 1542/21 del CGE irrumpió el miércoles a aumentar nuestras preocupaciones”, resaltaron.

“¿Con qué nivel de saturación de camas se enciende la alerta? ¿Cuántos casos positivos por cada cien mil habitantes debería preocuparnos? ¿Con cuántos por cada cien mil habitantes se suspendía la presencialidad en otros países? ¿Se cuenta con insumos de oxígeno suficientes? ¿El flujo de gente por la presencialidad en las escuelas y las enfermedades estacionales producto de las bajas temperaturas no complejiza más una situación por demás delicada?”, cuestionaron.

“Lamentablemente, somos los directivos el último eslabón que media entre las autoridades educativas con resoluciones como la 1542 y nuestros compañeros docentes y sus familias. Precisamos entender a las autoridades, escuchar y acompañar a las autoridades de Salud en este contexto de vulnerabilidad para poder llevar tranquilidad a las comunidades educativas”, orientaron.

“Cuando todo esto termine, queremos poder mirar a nuestros compañeros docentes, a nuestros alumnos y sus familias, y poder sostenerles la vista porque hicimos todo lo que estaba a nuestro alcance para cuidar su salud y sus vidas”, reflexionaron.