Luego de jugar durante seis años en el fútbol departamental, cinco temporadas en Juventud Urdinarrain y una en Defensores del Oeste, Federico Fiorotto regresó a Juventud Unida, el club que lo vio nacer, y tendrá la posibilidad de disputar nuevamente una competencia nacional.

El Melli, quien integró los planteles de Juventud  Unida en los  dos ascensos, fue un pedido expreso del entrenador Norberto Acosta para reforzar el plantel del Federal A, ya que si bien el pase del jugador pertenece al Decano, el futbolista llegó a principios para jugar el campeonato local y el Beto, apenas llegó, lo promovió para el primer equipo.

“Siempre lo pensé y fue mi sueño poder regresar a Juventud. Por ahí, se hizo esperar un poquito, pero la alegría y la felicidad de volver hicieron que me olvide de esa ansiedad. Ahora solo pienso en entrenar, de ir contento a cada práctica, y si tengo la suerte de jugar el día de mañana, hacerlo de la mejor manera y estar preparado para ese momento”, declaró el lateral-volante en una entrevista con Radio Máxima que reproduce El Argentino.

Fiorotto se fue del elenco Albiceleste con 26 años, tras el ascenso a la B Nacional en 2014, y en relación al actual momento de su carrera, indicó: “Con 32 años me toca ser uno de los más viejos y me agarra con un poco más de experiencia, quizás no tan joven como en su momento y por ahí tomando mejores decisiones que las que tomé en mi primera etapa en Juventud”.

Y siguió: “Creo que lo que me moviliza todo esto es que yo soy hincha de Juventud y por eso la alegría que tengo me traspasa el cuerpo. Trato de compartir este momento con la gente que estuvo siempre conmigo: mi familia y los amigos. Ahora hay que disfrutar el día a día y más adelante se verá si estoy para el primer partido. No me interesa demasiado pensar en eso, uno practica y se rompe el lomo para poder estar en el debut, si es de titular mejor y si es en el banco, acompañar”.

En esa línea, el campeón del Federal C con Juventud Urdinarrain en 2018, destacó: “Mi rol, y el de todos los que quieren al club, es sumar y acompañar desde el lugar que me toque. A partir de ahí creo que se pueden generar buenas cosas”.

Y para el final manifestó: “Después uno sabe que en cada entrenamiento se tiene que romper el lomo para ganarse un lugar porque los pibes están volando. Es una oportunidad que no quiero desaprovechar y quiero demostrar que estoy a la altura. Luego el cuerpo técnico decidirá quién está mejor para jugar. Soy consciente de eso, si no me toca a mí tengo que agachar la cabeza, seguir entrenando, esforzándome y prepararme para el día que se me presente la oportunidad”.