Desde Villa Paranacito, donde se encuentra cumpliendo el aislamiento obligatorio junto a su familia, el ex ministro del Interior, Rogelio Frigerio, analizó la situación del país en el marco de la pandemia de coronavirus.

“Personalmente no me puedo quejar, somos privilegiados los que podemos pasar este momento tan difícil sin sufrir tantas consecuencias”, admitió Frigerio al ser consultado por su visión respecto de la pandemia. En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), confirmó que se encuentra con su familia “desde hace más de dos meses en Villa Paranacito”.

En ese marco dijo que sigue “con mucha atención y preocupación lo que está pasando en una crisis global que no tiene muchos antecedentes en la historia, donde de un día para el otro se paró la producción y prácticamente se paralizó el consumo, y esto tiene consecuencias en la salud, en la vida cotidiana de la gente y en la economía presente y futura”. Al respecto, vaticinó que “habrá una caída del nivel de actividad en el mundo pero sobretodo en Argentina que ya venía mal desde antes, con un aumento del desempleo y de la pobreza y por eso hay que tratar desde todos los lugares que se pueda de amortiguar el peso de esto de los hombros de los argentinos”.

Tras aclarar que no está exceptuado de cumplir el aislamiento obligatorio porque no tiene ningún cargo público, ni político ni partidario, afirmó: “Estoy activo y tengo que trabajar, pero aun con las dificultades del caso respeto las disposiciones sanitarias, porque hay que ser muy responsables”. “Más allá de los inconvenientes que trae la cuarentena, creo que el hecho de que se haya convocado a un comité de expertos y que haya acuerdos en todo el arco político respecto a cómo manejarnos desde el punto de vista sanitario es un buen ejemplo de lo que se puede hacer. El tiempo dirá si se hizo lo correcto pero una vez que hubo acuerdo hay que cumplir con las disposiciones”, planteó.

En cuanto al rol de la oposición y el gobierno de Alberto Fernández, Frigerio marcó que “la gente celebró la foto de trabajo conjunto en medio de una situación tan difícil, que genera también incertidumbre y miedo porque no se sabe cuándo se descubra una vacuna, cuando se vuelve a la normalidad, qué va a pasar con el trabajo de los argentinos; y los políticos lo peor que pueden hacer es incentivar o incrementar ese nivel de angustia peleándose entre ellos”.

“Por eso creo que la gente celebró esa foto de trabajo mancomunado, aunque fue poco en lo que se pudo avanzar en las disposiciones referidas a la salud y hay más cosas en las cuales hay que ponerse de acuerdo, que tienen que ver con la economía, con el empleo y en cómo será el día después de la salida de la crisis”, explicó.

Asimismo, sostuvo que “la foto fue saludable para nuestra democracia, fue bienvenida por la gente” pero reconoció que “siempre esto genera desde los extremos de la política preocupación, y aquellos sectores de la política que se alimentan de las divisiones y de las peleas nunca verán con buenos ojos estos intentos de trabajo en conjunto y van a tirar piedras”.

“Está en quienes son conscientes de la necesidad que tiene el país de dejar las grietas y las divisiones, seguir trabajando en pos de esa unidad, porque la mayor parte de la sociedad lo que quiere es ver que los políticos se pongan más de acuerdo, obviamente respetando cada uno su historia y su lugar – tanto desde el oficialismo como desde la oposición-porque la democracia necesita un oficialismo que gobierne y una oposición que controle y que plantee las diferencias y marque los errores, pero que trabaje mancomunadamente, sobretodo en un momento tan complejo como éste”, analizó el ex funcionario nacional.

Al respecto, consideró que “Argentina adolece de acuerdos, y gran parte de nuestros problemas tienen que ver con la poca energía que ponen los dirigentes a la hora de ponerse de acuerdo y la mucha energía que ponen siempre para ver en qué se diferencian. Creo que hay que cambiar esto y poner más tiempo y más energía en ponernos de acuerdo porque si no, no vamos a poder resolver los problemas de la Argentina, que se repiten desde hace décadas y son siempre los mismos problemas”.

Consultado por la relación con el gobernador Gustavo Bordet, reveló: “Le mandé un mensaje cuando comenzó la cuarentena para ponerme a disposición, para ver si necesitaba algo o si desde mi lugar le podía dar una mano a la provincia, me lo agradeció pero no hemos tenido más contacto”.

En tanto, dijo que habló “con todos los dirigentes de Juntos por el Cambio y con algunos intendentes del partido oficialista y con el intendente de mi localidad”. “Siempre promuevo el diálogo y no puedo hacer otra cosa que practicarlo”, resumió.

En ese marco, refirió que “los intendentes tienen la responsabilidad de llevar el día a día de la gestión y ven cómo se desploman los recursos con los que cuentan y están muy preocupados para ver cómo sostener sus obligaciones”. “Los intendentes no tienen a quién patearle los problemas, tienen que sí o sí resolverle los problemas a la ciudadanía, están en la primera trinchera, y esta caída de recursos preocupa para ver cómo sostener los servicios y los bienes públicos que administran. Y también están preocupados por cómo el gobierno provincial distribuye los recursos extraordinarios que recibe del gobierno nacional”, indicó.

Deuda y default

En otro orden de temas, Frigerio reconoció que sigue “con muchísima atención” el tema de la deuda y la posible entrada en default del país porque “es muy importante y no hay que restarle relevancia porque la posibilidad de caer en default por décima vez en la historia no será gratuita y va a traer consecuencias negativas”.

“Espero que estando tan cerca de un acuerdo el gobierno tenga la capacidad, la inteligencia y la muñeca para terminar de cerrarlo, porque el Estado tiene solo tres formas de financiarse: los impuestos –que están cayendo y no se puede poner más presión impositiva en el país-, la emisión monetaria que también tiene límites marcados por la inflación, y la deuda. Hoy Argentina está muy complicada, y va a estarlo aún más, para acceder al financiamiento para proyectos de inversión y para tener las puertas abiertas para que las empresas tengan acceso a un financiamiento barato y generar la inversión que necesita el país para salir de esta crisis”, reflexionó.

Causas de corrupción y situación de la Justicia

Consultado al respecto, el ex ministro del Interior sostuvo que “en los temas que tienen que ver con la Justicia hay que dejar actuar a la Justicia, que es un Poder independiente en la República, no puede recibir influencias ni presiones de los otros Poderes, porque eso le hace un flaco favor a la democracia”.

“Si los funcionarios acusados de distintas cuestiones tienen la conciencia limpia no deberían tener problemas en que la justicia actúe de manera independiente. Cualquier intromisión de la política en la Justicia es un daño irreparable que se le hace a la República y a la democracia”, concluyó.