de ANÁLISIS DIGITAL

Patronato culminó su primera incursión de la historia en la Primera B Nacional con una derrota. Boca Unidos, en Corrientes, fue su cuarto verdugo consecutivo al ganarle 1 a 0 en el estadio de Huracán. El encuentro, dirigido por Alejandro Sabino, correspondió a la 38ª fecha y marcó el final del año futbolístico.

La exigua diferencia se plasmó solamente en el gol de Aldo Visconti, que aprovechó a los diez minutos una habilitación entre líneas para definir con categoría ante la presencia del arquero Sebastián Blázquez. El tanto del grandote se dio en un momento intenso, trabado, cuando el partido recién se armaba y no tenía un claro dominador. Hasta ese instante, el local había mostrado algunas cosas interesantes como la movilidad de sus otros delanteros Hugo Prietto y Leonardo Piris, aunque no mucho más que eso.

A pesar del golpe tempranero, el Rojinegro creció en el juego con las intervenciones de Mariano Echagüe y llegó a generar peligro a través de los remates de media distancia. Uno de ellos fue del Chino Urresti, que pasó cerca a los 19; un minuto después fue el propio Pipo el que arrimó peligro desde afuera del área.

Con el paso de los minutos, los dirigidos por Marcelo Fuentes se hicieron claros dominadores ante un rival agazapado, que apenas intentó ampliar su ventaja con un tiro apenas desviado de Lucas Galarza. No obstante, el equipo entrerriano careció de puntería. Así que quedó en evidencia tras un centro a la cabeza de Leonardo Roda que fue detenido por el arquero local Christian Mazzón, y después con un cruce de Leonardo Baroni que volvió a ahogar el grito del cordobés.

Sin embargo, los ribereños contarían con dos situaciones muy claras para estirar la distancia en el resultado. Primero, Walter Andrade intentó despejar un balón, pero se resbaló y le dejó servido el gol a Piris. Pero para fortuna del Rojinegro, la definición se fue afuera. La segunda opción la tuvo con un remate de Prietto que sacudió el travesaño. Antes de que finalice el primer período, Fabián Espínola tuvo el empate tras un contragolpe por la derecha, pero el palo se lo negó.

Buscando la reacción de sus dirigidos, Fuentes realizó un doble cambio en el inicio del complemento: Jonatan Bauman ingresó por Roda y Cristian Devallis lo hizo por Espínola. La apuesta del bonaerense sorprendió a varios, ya que dejó en cancha a Cristian Cayetá, de muy floja labor. Justamente el ex Aldosivi se perdió un gol increíble tras un centro del Rulo, el más desequilibrante en el ataque visitante.

Con las apariciones de Devallis, Patronato generó numerosas situaciones pero siempre chocó contra su falta de contundencia y las grandes intervenciones del arquero Mazzón. El Uno correntino le tapó el gol a Bauman y después al propio Rulo para erigirse, a fuerza de estiradas, como la gran figura del partido.

Ante las arremetidas rojinegras se generaron espacios y por momentos pareció que el local podía aprovecharlos. De hecho, Baroni tuvo su chance con un disparo de media distancia que fue bien controlado por Sebastián Blázquez. Pero después de esa acción el local siguió pasando sofocones: Mazzón se lució ante Devallis con otra gran tapada y después evitó el empate de Bauman tras un rebote en el área.

Sin éxito en las jugadas con pelota en movimiento, Patrón buscó también por otra vía. Pero vio como un tiro libre de Devallis salió besando uno de los parantes para perderse afuera. Las chances de los paranaenses se disminuían en la medida en que pasaban los minutos y por eso Fuentes, a diez del final, mandó a la cancha a Rivaldo Gonzáles Kiesse en lugar de Gabriel Graciani (de gran producción). Con el cambio, la visita se paró con tres defensores en línea y con el paraguayo como enlace.

A pesar de esa apuesta las cosas no cambiaron demasiado y los espacios fueron más tentadores para Boca Unidos. Pero el local no supo aprovecharlo y se lo perdió en tres ocasiones. En la primera, Visconti completó una gran acción individual con un sombrero y remató desviado; después fue Andrade el que salvó a Patronato ante un remate de Prietto tras una desatención defensiva; por último Visconti se fue mano a mano con Blázquez, lo eludió y cayó en el área. Sin embargo el árbitro del partido, Alejandro Sabino, interpretó que no fue infracción.

Esa fue una de las últimas postales del partido. Así, el equipo paranaense perdió por cuarta vez consecutiva (antes cayó con Almirante Brown, Independiente Rivadavia de Mendoza y San Martín de San Juan) y se quedó estancado en los famosos 50 puntos -misma cantidad que Rosario Central- que se propuso a principios de temporada. No obstante, cumplió una meritoria campaña, mantuvo la categoría y logró escaparle a la zona de riesgo por el descenso con cuatro fechas de antelación.

Ahora, los dirigentes estarán abocados en delinear el futuro del equipo y se reunirán para definir también la continuidad del cuerpo técnico encabezado por Marcelo Fuentes, sin dudas, uno de los grandes responsables del objetivo que cumplió el Rojinegro en su temporada debut en la segunda categoría del fútbol argentino.