
La salida del Gobierno del extitular de la Agencia de Discapacidad (Andis), Diego Spagnuolo, estuvo lejos de ser armónica y prolija. El funcionario, que supo ser muy amigo del Presidente, en la noche del martes cortó el contacto con la cúpula del Gobierno. Spagnuolo quedó en el ojo de la tormenta cuando trascendieron presuntos audios en donde hablaba de supuestos pedidos de coimas en su área. El relato que se le atribuye involucra a Karina Milei y a su principal espada política, el subsecretario de Gestión Institucional de la Secretaría General de la Presidencia, Eduardo “Lule” Menem.
Durante todo el miércoles, la Casa Rosada estuvo en una encerrona. No podía admitir la autenticidad de los audios (porque implicaba reconocer su contenido), mientras intentaba persuadir a Spagnuolo para que colaborara y presentara su renuncia en buenos términos. No lo logró, y a la medianoche, finalmente, el Gobierno optó por echarlo.
Según pudo reconstruir La Nación, a lo largo de varias horas, distintos miembros del Gobierno hicieron contacto con Spagnuolo para que explicara el origen de los audios y, ante todo, confirmara si eran verídicos o no. El director de la Andis, que es abogado y en el pasado patrocinó a Milei, fue errático y nunca terminó de aclarar -ni siquiera puertas adentro- si el material era auténtico, en qué contexto fue grabado y quién era su interlocutor (la persona que supuestamente lo grabó a escondidas). “Estaba en modo abogado penalista, a la defensiva”, describió un colaborador oficial.
En las grabaciones, que están editadas y fueron reveladas por el sitio Data Clave y por el canal de streaming Carnaval -y cuyo origen se desconoce-, la voz atribuida a Spagnuolo habla de presuntos retornos solicitados a laboratorios de medicamentos que proveen a la Andis; hace referencia a una droguería intermediaria, “la Suizo”, que históricamente trabaja con el Estado y alude al supuesto rol de “Lule” Menem y de Karina Milei en la trama. En los audios se menciona que Spagnuolo, presuntamente, puso al tanto al Presidente sobre esas irregularidades meses atrás.
Pasadas las 19 del miércoles, la Casa Rosada ya había decidido apartar a Spagnuolo y ordenar la intervención de Andis. Durante varias horas se esperó que el funcionario presentara su renuncia. Spagnuolo siempre fue uno de los pocos miembros del gabinete con trato directo con Milei, con ingresos muy frecuentes a la quinta de Olivos. Era uno de los invitados fijos a los domingos de ópera.
Pero ese día, en medio de la crisis, no fue citado a Balcarce 50, donde estaban el jefe de Estado, su hermana y la cúpula del Poder Ejecutivo. Entrada la noche, se comenzó a complicar el ida y vuelta telefónico con el funcionario. Ayer por la mañana en el Gobierno quisieron cerciorarse de que no se hubiera ido del país en medio del escándalo, según fuentes consultadas por La Nación.
En los audios, que serán investigados en Comodoro Py a partir de una denuncia del abogado kirchnerista Gregorio Dalbón, Spagnuolo apuntaría a un funcionario que estaba debajo suyo como el que estuvo a cargo de la presunta operatoria se sobornos con la droguería Suizo Argentina. En los corrillos gubernamentales señalan al director de Acceso a los Servicios de Salud de la Andis, Daniel María Garbellini.
Las fuentes oficiales nunca admitieron oficialmente que los audios fueran auténticos. Sin embargo, el Gobierno tampoco los desmintió y dio por válidas las sospechas, al punto que echó, no solo a Spagnuolo, sino también a Garbellini, en una medida oficializada en el Boletín Oficial mediante el Decreto 599/2025.
“Frente a los hechos de público conocimiento y ante la evidente utilización política de la oposición en año electoral, el Presidente ha decidido, de manera preventiva, la remoción del director de la Andis, Diego Spagnuolo. El Ministro de Salud, Mario Lugones, intervendrá el organismo e informará en las próximas horas el nombre del interventor, en virtud de garantizar su normal y correcto funcionamiento”, señaló un comunicado oficial publicado en X a diez minutos después de la medianoche del jueves.
La crisis en el Gobierno se desató mientras, en el Congreso, el peronismo y otros bloques críticos lograron revertir el veto de Milei e insistir con la ley que declara la emergencia en Discapacidad. Durante la sesión, la oposición apuntó contra Spagnuolo y pidió explicaciones por los presuntos audios.
Una encerrona
La Casa Rosada estaba en una trampa porque, si admitía la veracidad de los audios, habilitaba la polémica sobre su contenido y la cuestión de fondo: si hubo un sistema de sobornos en el área de Discapacidad, qué funcionarios intervinieron, si efectivamente había un reporte hacia “Lule” Menem y si los hermanos Milei estaban al tanto.
El caso -tanto el origen de las presuntas grabaciones como su contenido- será investigado ahora por el fiscal federal Franco Piccardi, luego de que el juez federal Sebastián Casanello, que salió sorteado por la denuncia de Dalbón, le delegara el expediente.
En el Gobierno hicieron esfuerzos en las últimas horas por proteger a los Milei. Aseguraron que Karina Milei estaba enemistada con Spagnuolo -se habló de supuestas aspiraciones electorales del titular de la Andis que la hermana del Presidente habría bloqueado- y negaron que Milei estuviera al tanto del tema. Este miércoles, mientras el Gobierno recibía varios reveses en Diputados y el affaire de Spagnuolo escalaba, el jefe de Estado y su hermana asistían en uno de los patios de la Casa Rosada a una presentación de la Orquesta Filarmónica del Ejército y la Fanfarria Militar Alto Perú, que ejecutaba piezas de ópera, marchas militares y la banda sonora de Star Wars.
Spagnuolo no sólo era muy cercano a Milei sino que en el pasado tuvo muy buen vínculo con la vicepresidenta, Victoria Villarruel. En el mileísmo creen que la filtración de los audios (que parecen grabados a escondidas en un ámbito público, como un restaurante) podrían provenir de “sectores de la inteligencia inorgánica kirchnerista”. Pero no descartan alguna vinculación con el entorno de la vice, o con el mundo de los laboratorios.
Hoy, para el Gobierno, Spagnuolo es un eslabón suelto. Su salida estuvo trabada y nadie tiene certeza de qué tesitura tomará el abogado, tanto a nivel mediático como en el plano de la investigación judicial. Tampoco saben si hay más material que aún no salió a la luz y que podría complicar a los Menem y a los Milei.