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Escenario volátil en tiempos de campaña permanente

Especial para ANÁLISIS 

El próximo 27 de agosto comienza, formalmente, la campaña electoral, aunque desde hace bastante estamos inmersos en una campaña permanente, término acuñado en Estados Unidos, que invadió el sentimiento de muchos dirigentes a escala global. Asumen una gestión, en cualquier nivel y en vez de atender las responsabilidades que plantea un cargo o resolver problemas de variado origen, orientan sus mejores esfuerzos a sostener popularidad, para -aunque no lo digan- seguir eternamente en el poder. No es crítica, es descripción. Ya nadie es ajeno.

Vale reiterar que esta mirada alcanza a los principales actores políticos, que decidieron poner todo en disputa. No terminamos de acomodarnos a los resultados del 2023, nos aproximamos a la elección de medio término (renovaciones parciales de las Cámaras) y se lanzaron detrás del 2027. Pura desmesura. Todo esto en lugar de fortalecer la democracia, casi que la desfleca. Efectos colaterales. 

Los límites de una gestión se desdibujan y quizá es, en parte, lo que impide que aparezcan políticas de Estado, las que solo podrían darse si hay diálogo en el que las partes sean capaces de ceder para alcanzar el bien superior. Imposible. Solo matices de desconfianza y tribalismo exacerbado. Un marco complicado. 

En octubre, con todo eso, hay que elegir en Entre Ríos Diputados y Senadores nacionales. Con Boleta Única de Papel (BUP) el 26 de ese mes será el gran momento. Ese elemento en sí mismo, la BUP, puede determinar, en parte, el sentido del voto, porque se deja atrás el mecanismo al que se le achaca ser la raíz de muchos malos o demasiados males. El tiempo dirá. 

Por ahora, solo expectativas en el adiós a la boleta sábana. Cada uno de los participantes en la democrática contienda ya tiene a sus candidatos y tratan de llamar la atención, de seducir, con variados mecanismos. El electorado, extremadamente vapuleado y sensible, parece tener un solo denominador común: el enojo. Todo lo demás cayó en la grieta. 

Conquistar nuevos territorios 

Las redes, ese lugar inasible, permite, usar las palabras como misil, piedra o caricia. A veces inubicables, quienes tensan las conversaciones, aprovechan al máximo ese nuevo territorio que todos desean conquistar. Mucha pantalla, poco contacto. Lejísimos está eso de semblantear mirando a los ojos y compartir codazos entre partidarios. Añejo y para muchos jóvenes, desconocido. 

Más allá de algunos amagues, no se concretan debates y los que se programan por obligación, son tan elaborados que pierden creatividad y magia. Hasta el error se incluye en el cálculo. El universo de receptores es colocado en absoluta pasividad. Cada uno en lo suyo, y en general los que prestan algún segundo de su recorrido en plataformas a la política, se interesan en lo que reafirma su pensamiento. No le brinda demasiado tiempo para poner en crisis algún concepto. Para algunos es chatura, para otros, marca de este tiempo. 

Transitamos veloces, distanciados de situaciones que nos deberían interesar porque de lo que resulte depende nuestro éxito o fracaso como sociedad. No es fácil de administrar la oferta política en un marco de volatilidad permanente. Los entrerrianos estamos sumergidos en una reconversión, forzada para algunos, o que se ofrece como oportunidad para otros. 

Escenario resbaladizo y opaco, que obtura el acercamiento real a los protagonistas, imponiendo el supuesto contacto directo a través de las pantallas. Pero más allá de los detalles del contexto de dinámica innovadora, habrá que elegir representantes entre varias propuestas, dejando atrás épocas de pocos partidos que luchan por, al menos, no ser fagocitados por el olvido. Lo que está pasando en estas horas en el Congreso Nacional nos abre la posibilidad de pensar qué perfil de legislador necesita la provincia de Entre Ríos. 

Los ciudadanos entrerrianos, sus instituciones, no deben elegir en el descuido, hay que distinguir claramente pertenencias o apetencias estrictamente personales, porque en general los resultados se acercan generalmente al espectro del sufrimiento. Habrá ruidos en el ambiente Este proceso que se inicia la próxima semana será atravesado por ruidos y temarios, agendas o situaciones que no son estrictamente entrerrianas. 

La elección de la provincia de Buenos Aires impactará de lleno en todo el país porque el gobierno nacional, inmerso en la campaña permanente, considera el enfrentamiento como la madre de todas las batallas. Así, mientras los que intentan representar a Entre Ríos a partir del próximo 10 de diciembre, tendrán que esmerarse por dejar en claro quiénes son, por qué y para qué. 

Sobre todo, vale reiterarlo, por lo acontecido en los últimos días, por ejemplo, con lo relacionado a las personas con discapacidad y sus familiares. Siempre es el momento oportuno para alcanzar el éxito si uno está atento y no se deja contaminar por interesados o intereses mezquinos que van detrás del poder, solo por el poder mismo.

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