Por Silvio Gorge
(Desde Basavilbaso, especial para ANALISIS DIGITAL)

Osmar Ferreyra se afianza en la primera división del CSKA de Moscú donde juega desde que fue transferido por River Plate a comienzos del año. Sus actuaciones le hicieron lugar entre los titulares y ahora espera poder mostrar su especialidad, los tiros libres. En diálogo con FM Riel de Basavilbaso, el entrerriano contó su experiencia y habló de sus afectos.

El equipo de Ferreyra -oriundo de Basavilbaso- jugó seis fechas del torneo oficial, con cuatro empates y dos triunfos, y está a un punto del líder de la competición. Ferreyra jugó ya cinco encuentros de los cuales en los últimos cuatro ha sido titular y la prensa rusa lo ha destacado por ser la salida permanente del equipo.

Aunque no ha podido mostrar su especialidad, los tiros libres, confía en que cuando logre que lo entiendan, en referencia a la por ahora infranqueable barrera idiomática, podrá darle más satisfacciones a su entrenador. Desde hace algunos días su papá Alfredo, El Polaco, como se lo conoce en su Basavilbaso natal, lo acompaña y están juntos instalados en el apartamento de una exclusiva zona de las afueras de Moscú.

“La verdad que no podía esperar más... el tema del idioma y la distancia a veces complica las cosas pero ahora con mis afectos mas cerca, mi papá acá, y mi mamá, la abuela y mis hermanos vía Internet estoy realmente bien”, confesó el jugador, en dialogo con FM Riel. “El miércoles jugamos la semifinal de la Copa Rusia y allí espero tener la oportunidad de mostrar que puedo patear al menos un tiro libre; no me han dejado o no me han entendido”, acotó Ferreyra, que toma la situación con humor.

El domingo de Pascuas fue libre para el jugador, el padre y unos amigos, que compraron cañas para ir a pescar al Río Moscú, pero debieron suspender la excursión a pedido del Malevo que quiso comer asado, “y si bien no es como en Argentina”, comentó el futbolista, en medio de una y otra humorada agradeció el esfuerzo de sus “compinches”.

“El puchero a la parrilla que hizo El Polaco es lo mas parecido que he tenido en todo este tiempo”, manifestó Ferreyra, que parece haber recuperado su mejor humor después de la llegada de su papá a Moscú. La juventud y frescura del volante devenido a lateral no se perdió pese a la millonaria operación que significó su pase al fútbol del viejo continente y con un recuerdo permanente a flor de labios para los suyos y la esperanza de ser de la partida en los Juegos Olímpicos de Atenas.

Ferreyra aseguró que tiene mucho por ofrecer al fútbol y que esta oportunidad que se le ha presentado no la va a desaprovechar.