El actual edificio es municipal y está concesionado desde 1994.
Se efectuó un encuentro entre el ministro de la Producción, Roberto Schunk, su par a nivel local, la asociación de productores del mercado El Charrúa y los directivos del ente.
“La reunión sirvió para retomar gestiones sobre la construcción del nuevo mercado, hacer un diagnóstico de la situación actual y trazar alguna línea de acción para los próximos días”, comentó Muller.
Según afirmó, la provincia y el municipio “tienen un interés conjunto” en el proyecto. A su vez adelantó que “la Secretaría de Comercio Interior de la Nación está dispuesta a apoyar el desarrollo del comercio local”.
En efecto, Schunk presentará la idea a autoridades nacionales, indicó el gerente de El Charrúa y en este sentido, dijo que se planea que el nuevo mercado esté abocado al comercio “no sólo de frutas y verduras, sino también de carne y productos de granja, además de otros rubros regionales”.
Mientras tanto, y si bien aún se desconoce cuál sería el presupuesto para la construcción, la parte técnica está trabajando en la prefactibilidad del proyecto y se espera que el financiamiento surja de “programas nacionales”, especificó.
El nuevo predio fue adquirido el año pasado, tiene 14 hectáreas y se localiza antes del arroyo Las Tunas, en cercanías al emplazamiento actual, que tiene tan sólo dos hectáreas.
“En el inmueble actual estamos súper apretados y mal. La estructura casi no permite movimiento de camiones, de las grúas; el piso se está moviendo porque no está preparado para el peso de los camiones actuales”, comentó Muller.
“No hay donde dejar los vehículos en la sombra, además de los problemas con el tránsito en calle Almafuerte”, agregó y así dio a entender que el espacio actual no admite crecimiento.
El mercado hoy cobija a “20 operadores mayoristas distribuidos en aproximadamente 50 puestos y 19 productores hortícolas divididos en 28 pisos. Es decir que en total son 39 los operadores que realizan la venta”, detalló.
A la vez dentro del mercado, trabajan “fleteros permanentes y temporarios, además de los empleados de los puesteros y los changarines libres”, agregó.
Está administrado por una sociedad que con lo que recauda “hace el mantenimiento” del centro comercial, indicó Muller en declaraciones a APF.