El ministro de Cultura y Comunicación, Pedro Báez, valoró en el acto de presentación: “La posibilidad de contarle a los entrerrianos, a los argentinos y al mundo lo que pasó en nuestra provincia durante la dictadura, mediante este trabajo concreto y palpable que tiene el valor adicional de haber sido escrito por nosotros mismos, desde acá, con sentido federal, en lo que significa una nueva intervención en la construcción de la historia y la memoria”.

“Es necesario intervenir la historia muchas veces para ver quiénes la escribieron y qué intenciones tenían. Pensemos en Bartolomé Mitre y en ese país que nos quiso contar, que no tiene que ver con la realidad ni con lo que queremos. Intervenir la historia tiene que ver con tantos actos y hechos políticos impulsados por las madres, las abuelas, los hijos y especialmente con ese acto absolutamente trascendental, fundacional y regenerador del que en estos días se cumplen diez años: cuando Néstor Kirchner descolgó el cuadro del torturador y asesino Jorge Rafael Videla”, expresó emocionado Báez.

“Eso es intervenir la historia, volver presente lo que estaba ausente, revisar, reconstruir la memoria. A eso estamos llamados y ese es el desafío para cada uno de nosotros. Sacudir la conciencia colectiva con educación y con memoria para no caer en ese letargo en el que nos quieren mantener los sectores de poder a los que les conviene que nada cambie”, agregó el ministro.

Para finalizar, Báez eligió un pensamiento del militante peronista Envar Cacho El Kadri, al que aludió también hace más de dos años atrás, cuando se lanzó el programa Educación y Memoria, declarado política de Estado por el gobernador Sergio Urribarri. "Perdimos, no pudimos hacer la revolución. Pero tuvimos, tenemos, tendremos razón en intentarlo. Y ganaremos cada vez que algún joven lea estas líneas y sepa que no todo se compra ni se vende y sienta ganas de querer cambiar el mundo”, citó.

Antes, la presidenta del CGE, Claudia Vallori, valoró el hecho de poder presentar el libro a pocas horas del 24 de marzo, fecha en la que se conmemoran los 38 años del golpe de Estado de 1976. “Hay que tener memoria para juzgar el presente y el futuro. La memoria no puede dejar de construirse y esta publicación nos invita a poder pensar desde la participación y la pluralidad que se fortalecen todos los días también en las escuelas, entre todos, debatiendo estos temas para que el Nunca Más esté allí presente”, expresó.

“Invito a los lectores que esperan este libro a construir críticamente su postura. Especialmente a los estudiantes, a los jóvenes, para que sean ellos los que hagan memoria, verdad y justicia”, concluyó.

Entre Ríos de Memoria, Verdad y Justicia

La tirada del libro, titulado Entre Ríos de Memoria, Verdad y Justicia, es de 2.000 ejemplares en papel y 2.000 en DVD. En el CGE se realizó una entrega simbólica a alumnos y docentes de distintas escuelas, representantes de sindicatos, universidades, comisiones vecinales, centros comunitarios, bibliotecas, organismos del Estado y de derechos humanos y otros espacios donde tiene lugar la educación tanto formal como no formal.

La publicación cuenta con 150 páginas en las que se abordan dos ejes: el terrorismo de Estado y la recuperación democrática en Entre Ríos. El trabajo de producción y edición comenzó hace más de un año y estuvo a cargo de un equipo coordinado por María Luz Piérola, titular del Registro Único de la Verdad.

En la presentación, Piérola señaló a la construcción colectiva como uno de los valores más importantes de la publicación, a la que describió como “un trabajo que llegará a las aulas para mostrar las marcas de la memoria”.

La funcionaria destacó especialmente que lo estudiantes que accedan al material podrán conocer las historias de vida de los desaparecidos entrerrianos y la lucha de las madres en la provincia de Entre Ríos. “Hay que desterrar de las escuelas la teoría de los dos demonios y enseñar que hubo víctimas y responsables, que no fueron sólo militares, sino civiles, eclesiásticos y de distintos ámbitos”, agregó.

Por último, Piérola pidió por “una pedagogía que nos libere y emancipe, que hable a las claras de un pueblo organizado para defender sus derechos y construir una sociedad basada en la plena vigencia de los derechos humanos”.