En la reunión de acuerdo del martes pasado, el máximo tribunal rechazó por “inadmisible” la queja que por recurso extraordinario denegado interpuso la defensa de Marandino, por lo que el represor de 63 años continuará detenido.
Marandino y otros dos represores fueron condenados el año pasado a prisión perpetua por su participación en la Masacre de Trelew, el 22 de agosto de 1972. Cuando ocurrió la masacre, Marandino tenía 22 años y hacía una semana que cumplía funciones en la Base Almirante Zar. Era cabo primero de la Armada y, aunque había nacido en Paraná en septiembre de 1949, desarrolló buena parte de su vida fuera de la capital entrerriana.
En su declaración ante la Justicia contó que la noche del 22 de agosto, cuatro oficiales alcoholizados le ordenaron abrir las puertas del calabozo y retirarse, poco antes de que se produjera el fusilamiento, en un fraguado intento de fuga; y admitió también que luego le ordenaron encubrir el crimen. Marandino fue detenido en febrero de 2008, después de llegar al país procedente de los Estados Unidos, donde vivió durante más de tres décadas. Fue procesado y entonces el juez Hugo Sastre le otorgó el arresto domiciliario por supuestos problemas de salud, por lo que volvió a residir en la capital entrerriana. Al momento de dictar sentencia el Tribunal Oral de Comodoro Rivadavia dispuso su excarcelación hasta que la sentencia quedara firme, aunque luego el beneficio le fue revocado y fue detenido.
El fallo de la Corte Suprema también intimó a la defensa oficial de Marandino a que en un plazo de cinco días presente una copia de la resolución que le permite litigar sin gastos, un beneficio destinado a quienes no tienen recursos para afrontar los costos de un proceso penal. El dato es curioso ya que la esposa del represor condenado es dueña de una mansión valuada en un millón de pesos en calle Moisés Lebensohn 3235 de la capital provincial, la misma donde cumplió su prisión domiciliaria previo al juicio.