Es cierto que todos los aplausos y los abrazos se los llevó Enzo Ruiz, quien clavó el triple ganador para que Sionista gane agónicamente un partido que se había complicado. No obstante, quien hace tiempo viene mostrando un crecimiento muy importante es Jeremías Sandrini.

El pibe hizo un partido bárbaro y no por nada fue el de mayor valoración en su equipo. Sandrini fue uno de los dos goleadores de Sionista con 16 puntos, con 1/1 en Dobles, 2/2 en libres, 4/5 en triples, 4 asistencias y 3 recuperos. Gran partido, sin dudas el mejor en su faceta personal en lo que va de la temporada.

Sandrini ha demostrado ser un conductor sobrio para hacer jugar al equipo y lo más destacado es que ahora le agregó mayor agresividad para atacar el aro.
Con la alegría de haber conseguido una nueva victoria, el jugador se refirió al triunfo del domingo y a su interesante producción.

“Buscábamos ganar dos partidos seguidos y por suerte lo conseguimos. Fue un fin de semana positivo porque mantuvimos fuerte la localía y logramos triunfos importantes. Ahora a entrenar duro, a seguir peleándola y a prepararnos de la mejor manea para intentar ganar de visitante”, dijo Sandrini en el comienzo de la charla con El Diario.

—Ganaron con un triple agónico, pero ¿qué pasó en el segundo tiempo? Habían logrado una ventaja de 15 puntos y se cayeron de tal manera que casi pierden el partido.
—Nos perdimos y nos quedamos sin gol. El no anotar adelante nos puso muy nerviosos. Dejamos de pasarnos la bola, de rotar y respetar los sistemas como sí lo hicimos en algún momento del partido. Eso nos perjudicó y ellos se vinieron. Por suerte, con el triple de Enzo (Ruiz) pudimos quedarnos con el partido.

—Sionista sigue sufriendo altibajos. Hay momentos que juegan bien pero de repente se caen y pierden la conciencia. ¿Por qué no pueden solucionar este aspecto del juego?
—No es fácil. La Liga es complicada. Sabemos que se soluciona entrenando fuerte y estando concentrados. Hay que tener confianza y mucho diálogo con los compañeros. El equipo juega bien, aunque sabemos que debemos solucionar los baches que tenemos.

—Qué sensaciones tenías cuando veías que Weber Bahía se venía con todo y ustedes no podían salir del pozo.
—Es algo incómodo porque sabíamos lo que teníamos que hacer pero no logramos convertir. Lo bueno es que esta vez el cierre fue para nosotros. Por fin se nos dio una a favor. Eso también es importante, más que nada para lo anímico. Veníamos de sufrir dos cierres seguidos desfavorables y eso nos golpeó en contra. Ahora fue distinto.

—¿Cuál fue el mensaje del técnico para salir de esa mala situación?
—Que había que estar tranquilo, buscando las alternativas que nos habían dado soluciones. El tema que la bola no entró y todo se hizo cuesta arriba. Intentamos lastimar con el juego interior, con Alejandro (Zilli) y con Gabo (Gabriel Mikulas), pero todo costó y por eso ellos se nos vinieron.

—El cachetazo y el doble de Reynolds a un 1.6 segundos, ¿les hizo pensar lo peor?
—No lo podía creer en ese momento. Reynold hizo varios puntos de cachetada y también metió esa bola. Fue un susto grande, pero por suerte la metió Enzo.

—¿Cuál fue la idea en esa última jugada?
—Sebastián (Svetliza) había diagramado tres opciones para definir. La primera era un corte de Mariano Byró, la segunda una cortina a Zilli para tirarle bola arriba cerca del aro y la tercera la de Enzo. Salió la última, pero salió.

—En lo personal estás teniendo una interesante temporada. No sólo conducís con sobriedad sino que ahora te animás a atacar más.
—Sí, estoy muy contento. El técnico me está dando muchos minutos y mucha confianza. Desde ya que eso me ayuda para sentirme bien dentro de la cancha. En estos últimos me solté un poquito más gracias a que mis compañeros también me ayudan. Me siento bien y muy cómodo.

—Ahora se vienen Quimsa y Atenas, difícil pero no imposible.
—Estamos en condiciones de ganar. Son canchas difíciles y equipos complicados. Ahora tenemos que pensar en Quimsa. Si trabajamos duro podemos ganar.