El medallón está tallado en una arcilla rojiza, con llamativas imágenes de animales, rostros humanos y símbolos.
Según el vecino de Victoria, la pieza fue encontrada en la zona de Pajonal a unos 500 metros del arroyo Salaberry, y daba la sensación de haber sido arrastrado por la corriente de agua.
El hallazgo se produjo, según explicó a Uno, en cercanías de un monte que ya ha sido talado, donde supo encontrar varios elementos aborígenes, mayormente alfarería.
También, dijo, en una oportunidad trabajadores de la zona hallaron restos humanos, presumiblemente anteriores a la llegada de los españoles a estas tierras, publicó LT39. Es preciso señalar que aún no hay ningún estudio que sostenga tal afirmación.
A manera de primer análisis, se destaca en esta pieza, tipo medallón, un estilo que no es fácil de ver en la mayoría de las piezas de alfarería chaná que integran el grueso del acervo arqueológico de las siete colinas, y -sin afirmar que necesariamente haya una relación- parece sugerir un estilo más afín a grupos aborígenes cercanos al noroeste.
Concretamente, es difícil no encontrar relación con otra conocida imagen de una de las más importantes culturas precolombinas: el calendario maya, particularmente en boga en los últimos tiempos a partir de la promoción milenarista de la predicción del fin del mundo el 12 de diciembre de 2012, que se deduciría -según algunos círculos esotéricos- de esa pieza de astronomía maya.
(Foto: LT39)