La solicitud, en realidad, está dirigida a las autoridades eclesiásticas: en primer lugar, a la Nunciatura Apostólica en Buenos Aires, la "embajada" del Papa Francisco en el país; pero también al Arzobispado de Paraná, de quien todavía depende el cura Moya.
La solicitud se titula "Reclamo por verdad y justicia en los casos de abuso cometidos por Marcelino Moya en la Iglesia".
"La presente carta es una solicitud de apoyo por la búsqueda y esclarecimiento público de la verdad respecto de los abusos de menores cometidos por el Sr. Marcelino Moya, cura párroco en la ciudad de Villaguay durante la década de 1990", dice el texto que ya está colgado en la página de change.org.
"Este escrito busca apelar a la responsabilidad moral y civil de todos y todas aquellas personas adultas que en esos años mantuvieron silencio, sin tomar una defensa activa de los derechos de los entonces jóvenes, niñas y niños que visitaban la iglesia", añade.
"Esta carta de apoyo no pretende ofender la religiosidad de nadie, puesto que esto obedece al plano íntimo de lo privado; tampoco anhela una sed de revancha o de ojo por ojo como puede leerse en pasajes del Antiguo Testamento; tampoco considera que las violaciones al derecho de la niñez, la identidad y la intimidad pueden supeditarse a una ley divina por sobre las leyes de los hombres como se postulara en la Edad Media confinando el reclamo de justicia y verdad únicamente al ámbito de las jerarquías de la institución religiosa y sus mecanismos de sanción u omisión", señala el escrito, publicó El Once.