Las conclusiones de la jornada Agri Salud 2030 serán presentadas al equipo de gobierno de la próxima gestión a nivel nacional.
Se desarrolla este fin de semana en Gualeguaychú la jornada Agri Salud 2030, un espacio de reflexión para fortalecer la agricultura, la alimentación y la salud, que se articula con espacios de trabajo, cuyas conclusiones serán presentadas al equipo de gobierno de la próxima gestión a nivel nacional.
“Alimentos sanos para un pueblo sano”, es el espíritu de la jornada que comenzó el sábado y se clausurará este domingo denominada Agri Salud 2030, que establece una relación directa entre la agricultura y la calidad de vida.
El encuentro se inició con una particular ceremonia de agradecimiento a la Madre Tierra, donde los elementos fuego, aire, agua y tierra estuvieron presentes como un mismo espíritu.
Del aire sano, dependerá el fuego vivo. Para que haya agua sana, es indispensable que el aire sea limpio; y para que todo ello sea posible, la tierra –la gran contenedora- no debe ser agredida; sería la síntesis de esta ceremonia que fue de agradecimiento porque la búsqueda se hizo encuentro y se anhela que el encuentro no encierre una despedida.
La iniciativa de Agri Salud 2030 promueve una reflexión sobre la agricultura, la alimentación y la salud, cuyas conclusiones a manera de propuestas serán presentadas al equipo de gobierno de la próxima gestión a nivel nacional que asumirá a partir del 10 de diciembre.
De esta propuesta participan funcionarios municipales de diversas áreas, científicos, académicos y profesionales de distintas disciplinas; pero también cooperativistas, campesinos de otras provincias, huerteros, educadores, feriantes y ambientalistas de múltiples organizaciones, que se vincularon para pensar juntos varios ejes como la agricultura, la alimentación y la salud, en el marco de la declaración de emergencia alimentaria en Argentina; pero, con la intención de que se fortalezca la soberanía alimentaria, la agricultura familiar y el impulso de la agroecología como una respuesta productiva y económica en armonía con el desarrollo integral que reclama la sociedad.
El viceintendente Jorge Maradey tuvo la responsabilidad de dar la bienvenida en el Centro de Convenciones Municipal, y destacó que “el hecho de que estemos hoy en Gualeguaychú no es fruto de la casualidad. Nuestra ciudad es siempre una referencia a nivel ambiental por su lucha, por sus convicciones y por su grado de consciencia. Pero, también es un enclave geopolítico estratégico. Somos una ciudad de frontera, el río Uruguay nos hermana con la República Oriental del Uruguay. Estamos ubicados en una de las principales rutas del Mercosur, la Autovía Gervasio Artigas. Y demás está decirlo: estamos en Entre Ríos, una tierra tan rica como sobreexplotada”.
Ante un auditorio compuesto por delegaciones que llegaron de otras provincias y de los más diversos colectivos vinculados con la temática, Maradey indicó que “es fundamental que, en esta coyuntura nacional e internacional, nos encontremos para pensarnos y repensarnos; pero, sobre todo, que nos encontremos para organizarnos para accionar”.
“Nuestro país y toda la región vive horas angustiantes –reflexionó-. La lógica de los opulentos nos coloca en esta situación, todo ello es parte de una estrategia de explotación sistemática del ser humano y de saqueo de nuestros bienes naturales”.
En otro momento de su alocución, Maradey recordó que “durante la crisis del 2001” los sectores hegemónicos, “repartían soja transgénica en los comedores infantiles y nos vendían que era el alimento del futuro. El resto de la historia es conocida”.
“Si hoy estamos aquí para pensar en la alimentación de nuestro pueblo, tenemos que poner todos los elementos sobre la mesa. No caer en la trampa de bajar nuestras exigencias ambientales y de salud bajo el pretexto de que es necesario darle de comer al pueblo y darle trabajo. Nos quieren llevar a esa encerrona. Seamos conscientes e inteligentes”, propuso.
A continuación, contó que en Gualeguaychú hace mucho tiempo se viene trabajando por un ambiente sustentable “y como corolario de ello surgió el Plan de Alimentación Sana, Segura y Soberana (PASSS), que déjenme decirles desde mi concepción, no es una política alimentaria solamente: es la principal política ambiental y de Derechos Humanos que lleva adelante nuestro Municipio”.
No obstante, reconoció: “Con esto no basta. Debemos replicar estas políticas en todo el territorio nacional y en toda Latinoamérica. Sólo de esta manera podemos pretendernos un pueblo libre y soberano”.
Al finalizar, recordó que “en el contexto de la lucha contra la instalación de las pasteras sobre la cuenca del río Uruguay, varias comunidades litoraleñas levantaron la consigna ´ríos libres para pueblos libres´. Si hoy trazamos ciertas analogías, con la búsqueda de ampliar soberanía en un sentido territorial, ambiental y desde la salud, nos planteamos yendo hacia un horizonte de alimentos sanos para pueblos sanos. Hacía allá vamos”, concluyó.
Los espacios de reflexión
En el Centro de Convenciones se trabajó en diferentes espacios de reflexión para madurar una propuesta que será un umbral para elevar a las próximas autoridades nacionales que asumirán el 10 de diciembre el Gobierno Nacional.
Siempre con la premisa de fortalecer la soberanía alimentaria, el respeto por la tierra, la salud pública y los circuitos de comercialización con prácticas solidarias; estos espacios trabajaron reflexivamente en las siguientes comisiones de trabajo, a saber:
1) Producción sana para un pueblo sano. Agroecología como disciplina integradora de salud y producción que genera empleo, arraigo y desarrollo social.
2) La ecología y la soberanía alimentaria, ejes centrales de la política.
3) La salud de los suelos, los productores y los consumidores.
4) Gestión pública y participación comunitaria. Saberes diversos e integración psicosocial en las políticas alimentarias. De los dispositivos neocoloniales a la emancipación.
5) Comunicación y educación ambiental. El origen de lo que comemos, de dónde viene y cómo se produce.
6) Economía digna, mercados de cercanía, comercialización y sistemas de garantía participativa. El Estado como garante del acceso a la alimentación saludable y promotor de las economías locales.
El encuentro se clausurará hoy, cuando de 9 a 12 se compartan la puesta en común de las conclusiones de las diferentes comisiones de trabajo con la lectura de “los 25 acuerdos de Agri Salud 2030”.
La diversidad que enriquece
Antes del trabajo por comisión, se articuló una mesa de referentes vinculados con la temática, cuyos testimonios alentaron para que la cabeza no se incline para el lado de la pena, sino de la reflexión.
En ese marco, Javier “Chueca” Scheibengraf (de la Unión de Trabajadores de la Tierra), reflexionó en la necesidad de percibir al alimento como una parte esencial de la cultura de un pueblo y expuso que producir de manera agroecológica no es solamente obtener alimentos de la tierra, sino también alimentar a los suelos. Se trata de un diálogo tan ancestral como vital y destacó que la agroecología ha demostrado que se puede producir alimentos con menos costos y mayor rendimiento que la agricultura convencional.
Por su parte, Eduardo Cerdá, valoró el aporte que se viene realizando desde la Red Nacional de Municipios y Comunidades que fomentan la Agroecología (Renama), porque acompaña a los municipios para promover políticas públicas para la transición hacia la agroecología; además de compartir actividades y prácticas que permiten un aprendizaje compartido entre productores, a la vez que promueve y asesora tanto en producciones extensivas, urbanas como periurbanas; fortaleciendo la comercialización local y regional de alimentos saludables sin agrotóxicos y con valor agregado.
La docente Marta Maffei (quien fue secretaria general de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina -CTERA- y una activa legisladora nacional que logró la aprobación de varios proyectos de ley como la educación ambiental, la protección de bosques, los presupuestos mínimos para la protección de Glaciares, entre otros), reconoció que no pertenece al ambiente de la agricultura, “pero lo conozco y lo respeto mucho”, aclaró. Y destacó la importancia de “asumir el conocimiento para cambiar la realidad”.
Remo Vénica e Irmina Kleiner (de Naturaleza Viva) dieron testimonio porque hace 32 años decidieron abandonar los agrotóxicos por un modelo sustentable y destacaron la necesidad de “una agricultura para pueblos libres”. En ese contexto, coincidieron en resaltar que se requiere de una nueva ruralidad que permita dignificar a todo el país; a la vez que abogaron por una formación permanente.
Y Remo Vénica concluyó recordando un aforismo de Hipócrates, padre de la Medicina, quien expresó a manera de legado hace más de 2.000 años: “Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina sea tu alimento”.
Fuente: diario El Argentino de Gualeguaychú