Los comerciantes están enojados por la decisión de volver a fase 1.
De ANALISIS
Profundo malestar hay en Gualeguaychú desde el pasado viernes cuando el intendente Martín Piaggio, junto a la ministra de Salud, Sonia Velázquez, y la vicegobernadora Laura Stratta, brindaron una virtual conferencia de prensa de una hora en la que no hubo ningún anuncio. Aunque se esperaban anuncios de nuevas medidas municipales ante la crítica situación sanitaria de la ciudad por la cantidad de casos de Covid-19, en ningún momento se anunció el regreso de Fase.
A esto se sumó que minutos después se distribuyó un comunicado oficial del municipio en el que se hablaba de un anuncio de Piaggio de regreso a Fase 1 sin especificar detalles. Recién el sábado por la noche se conoció el decreto del gobierno nacional disponiendo el Aislamiento Social, Prevetivo y Obligatorio y comenzó a notificarse a los comercios que no podrían reabrir aquellos que no fueran consideran esenciales.
Esto generó un profundo enojo en el sector comercial, como pocas veces se ha visto en la ciudad, y en un comunicado –que se reproduce más abajo- acusaron al gobierno municipal de querer llevarlos a la quiebra. Se estima que esta Fase 1 será de muy difícil aplicación por la presión comercial, ya que se pedía una disminución de los horarios pero no un cierre total porque se estima que después de esto habrá un amplio porcentaje de locales que van a tener que cerrar definitivamente porque no aguantan más la inactividad.
Por otra parte, se supo que la situación sanitaria en Gualeguaychú es bastante más compleja de lo que se plantea. No se sabe a ciencia cierta la cantidad de aislados que hay, se estima que son entre 1.500 y 2.000, y las autoridades de salud local advierten que hay un número de casos positivos confirmados, mayor al que oficializa la provincia y que la situación es realmente crítica porque más del 60% no tiene nexo epidemiológico.
Por otra parte, también se supo que en este tiempo hubo gran preocupación en la ciudad por los jóvenes que no dejaron de reunirse, y a su vez hay gran preocupación porque hay tres casos positivos en un geriátrico de la ciudad, con una persona de más de 80 años con respirador.
Las camas de terapia intensiva no serían más de 20 en la ciudad, que es el número de abuelos residentes en esa residencia, y además las camas de internación se agotaron en varias oportunidades en la ciudad.
En cuanto al nuevo aislamiento, durante el domingo se cortaron los ingresos al Parque Unzué y Costanera y con eso se controló bastante la circulación, por lo que vio una ciudad bastante vacía pero se espera el comportamiento de los vecinos este lunes, ya que aquellos que no tienen permiso para circular no podrán hacerlo.
Durante la noche, una caravana de vehículos policiales, y hasta el auto de Investigaciones, recorrió las calles de la ciudad con altoparlantes anunciando que está prohibido circular.
Conflicto con Pueblo Belgrano
Por otra parte, ANALISIS supo que el fin de semana se concretó una reunión del Comité de Emergencia Sanitaria (Coes) de Pueblo Belgrano –que no tenía casos activos de coronavirus ni aislados- en la cual la titular del Centro de Salud que es la máxima autoridad sanitaria en la localidad informó que no le daban los datos de la ciudad por lo que no se sabía si existían casos positivos, y luego de varios cruces le notificaron que la realidad era que Pueblo Belgrano tenía casos positivos activos y un gran número de personas aisladas que no se habían informado a las autoridades municipales ni de salud local.
Esto causó gran malestar porque las autoridades de Gualeguaychú estaban reteniendo esa información bajo reserva, y se espera un fuerte cruce entre las Intendencias por ese retaceo de información.
Ingreso en otras localidades
En Urdinarrain hay estrictos controles de ingreso para los vecinos de Gualeguaychú, que son tomados como casos sospechosos, y quien entra a la localidad debe hacer cuarentena de 15 días.
En Larroque la situación es más flexible, pero exige todos los permisos para ingresar y hay que retirarse en el día.
El texto completo de los comerciantes de Gualeguaychú criticando las medidas
“El ASPO condena al sector comercial”
El Centro de Defensa Comercial e Industrial de Gualeguaychú repudia públicamente las medidas tomadas en el marco del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio ya que son totalmente injustas.
El anuncio realizado el pasado viernes por autoridades locales y provinciales, durante el cual se comunicó a la sociedad que la ciudad de Gualeguaychú pasaba a ser considerada zona de “transmisión comunitaria sostenida” de Covid-19 y que se “volvía a fase 1” (frase con la cual se grafica el aislamiento como ocurrió en marzo del corriente luego del Decreto presidencial), provocó alarma en las Pymes de comercio y servicio y, por supuesto, en la institución que los representa.
A esta situación, se sumó la divulgación de las contemplaciones y excepciones del Decreto 677/2020 –publicado por el Gobierno Nacional con fecha del 16 de agosto- desde las redes del Municipio sin siquiera haber consultado al Centro de Defensa Comercial e Industrial. Tal Decreto detalla las actividades que quedan exceptuadas de cumplir el ASPO (Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio) de manera no muy clara y, para agravar la situación, no se comunicó cuando comenzaba a regir generando mayor confusión y preocupación a todas las Pymes y a los profesionales.
Si en los meses y semanas anteriores, cuando regían las flexibilizaciones, las Pymes de comercio y servicios se adecuaron a todos los protocolos y recomendaciones que se fueron dando a conocer para cada rubro y, además, se capacitaron tanto para la atención al público como para saber actuar ante un caso sospechoso de Coronavirus y dispusieron todas las herramientas necesarias para llevar adelante un correcto trabajo, es totalmente injusto y desmedido que deban cerrar las puertas ya que el punto de contagio no es ni ha sido el sector comercial.
Teniendo en cuenta lo anterior, desde el CDCI reiteramos que “el comercio no contagia” y si, las autoridades locales no observaron ni llevaron a cabo acciones contundentes para controlar y regular el no respeto al distanciamiento social de las fases anteriores -que los negocios sí cumplieron- se ataca, una vez más y sin razón, al sector de comercios y servicios que es fuente de innumerables puestos de trabajo.
Si los negocios deben cerrar una semana o más, están condenados a la quiebra por la insostenible economía reinante. No podrán cumplir con: las obligaciones tributarias, los pagos de los servicios, los sueldos de los empleados ni los alquileres.
Vale aclarar que el Centro de Defensa Comercial e Industrial se encuentra en plena gestión de un poco de “sentido común y razón” ante esta nueva realidad que rige en la ciudad. Además, teniendo en cuenta que las ventas son muy malas y en relación a estos desmanes, se exige la exención tributaria para todo el sector comercial afectado.