La joven de 31 años compartió una imagen que hizo recordar a su padre en la nueva serie de Netflix.
En una historia de Instagram que no tardó en viralizarse, Clara Darín, la hija menor de Ricardo Darín, compartió una imagen en la que aparece luciendo una máscara muy similar a la que usa su padre en la serie El Eternauta, recientemente estrenada por Netflix. La postal evocó de inmediato la adaptación audiovisual de la historieta de Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López.
En un contexto donde la imagen de Juan Salvo, interpretado por Darín, ya es un ícono, la aparición de su hija con la máscara legendaria activó múltiples lecturas. Representa un guiño al trabajo de su padre y es una referencia al objeto más importante de la serie: un dispositivo de supervivencia que es, al mismo tiempo, un emblema de resistencia.
La producción de El Eternauta —dirigida por Bruno Stagnaro, con más de 50 locaciones reales, efectos especiales de alta gama y un elenco que incluye a Carla Peterson, César Troncoso, Andrea Pietra y Ariel Staltari— apostó a una estética hiperrealista para recrear una Buenos Aires distópica azotada por una nevada mortal y una invasión alienígena. En ese marco, la máscara que utiliza Salvo fue pensada como mucho más que un objeto de utilería: debía condensar en su forma el drama humano y la precariedad del mundo representado.
La directora de vestuario, Patricia Conta, reveló que el diseño original previsto para la máscara era un modelo soviético de Chernóbil, introducido como un supuesto recuerdo del personaje Favalli. Sin embargo, su fisonomía —con un tubo prominente y ojos separados— fue descartada por no ajustarse al tono del relato. Tampoco prosperó la idea de usar una máscara de buceo como en la historieta de los años 50: “Era un modelo demasiado plano para la cámara. No generaba empatía ni permitía mostrar la mirada”, explicó Conta.
La solución final llegó a través de un proceso de diseño completamente artesanal. El equipo creó un visor amplio, con tornillos oxidados para transmitir sensación de antigüedad y curvaturas que permitieran enmarcar correctamente el rostro del actor en pantalla. “La rusticidad hacía verosímil la historia”, señaló la diseñadora.
El desafío técnico no fue menor. El primer prototipo generaba problemas de respiración a Darín, lo que obligó a eliminar varias capas internas y filtros, hasta dejar una carcasa exterior funcional. Además, se incorporó un micrófono interno que permitió registrar los diálogos con nitidez, pese a las limitaciones que imponía el plástico y otros materiales caseros. La colaboración con el equipo de sonido fue constante, ajustando diseño y tecnología en función de la narrativa.
La escala de la producción también impactó en el diseño de estas piezas: se construyeron más de 500 máscaras distintas para los personajes y extras. En un taller especialmente montado por la productora K&S Films, el equipo de arte desarrolló cada una a partir de una consigna específica: “Imaginen que tienen que salir a buscar comida. Armen su máscara para sobrevivir”. Así surgió una variedad de diseños, entre caseros e industriales, que dieron cuenta de la urgencia y la vulnerabilidad de cada personaje.
Clara Darín, nacida en 1993 y licenciada en Bellas Artes, se mantiene lejos del foco mediático que acompaña a su padre y a su hermano, el actor Chino Darín. Dedicada al diseño, la fotografía y el arte plástico, fundó junto a su amiga Sofía Koening la marca de ropa Sarasa, y más adelante creó su propio sello de productos, CxClara, además de un emprendimiento de artículos independientes llamado Teta Stuff, con base en Palermo Soho.
A diferencia de su hermano, rara vez aparece en los medios, y sus perfiles en redes sociales son privados o de acceso limitado. Por eso, el gesto de posar con una máscara de El Eternauta —y hacerlo público— resulta inusual. En lugar de dar declaraciones o entrevistas, eligió la imagen para sumarse al momento profesional de su padre.
Fuente: Teleshow, Sol de María