De acuerdo a medios de comunicación de General Campos, un grupo de ex vecinalistas y radicales de esa localidad, lograron reflotar la “Unión Vecinal” con la que finalmente en octubre presentarán candidatos para disputar la conducción de esa ciudad.
De allí se desprende que el candidato a presidente de la comuna será el ex cura Jesús Garay, quien iría acompañado por Cristina de Estigarrillo como postulante a la viceintendencia.
De esa manera, General Campos tendrá cuatro candidatos a presidir el municipio: el actual intendente Pablo Martínez, el radical Marcelo Espinosa (actual concejal) el ex intendente Paty Comas (Peronismo Federal) y el ex Padre Jesús Garay.
Es preciso señalar que Jesús Garay figura como uno de los victimarios en el libro Abusos Sexuales en la Iglesia Católica, publicado por el periodista Jorge Llistosella.
Llistosella narra la historia de una mujer que inició una demanda judicial contra la arquidiócesis católica de Los Ángeles, Estados Unidos, denunciando que un sacerdote argentino de apellido Garay había abusado de ella y que incluso al quedar embarazada, la presionó para que abortase.
La mujer, identificada con el nombre de fantasía Jane Doe, agregaba que el cura abusó de ella repetidamente en 1997, cuando ella tenía 17 años y era secretaria part-time en la Iglesia Sagrada Familia, en Wilmington, California.
Siempre de acuerdo a su testimonio, quedó embarazada en diciembre de 1997 y Garay continuó abusando de ella “hasta aproximadamente abril de 1998”. La acción judicial alega que la arquidiócesis no notificó a las autoridades el abuso sexual, no otorgó cobertura médica a la joven durante su embarazo y desprotegió al niño después de su nacimiento.
Fue luego de la publicación del libro cuando un concordiense advirtió que el nombre del sacerdote denunciado en el libro era análogo al del actual Asesor Pedagógico del Colegio Alejandro Carbó, a lo que se agregaban otras aristas coincidentes.
Con ese disparador Diario Río Uruguay consultó archivos eclesiásticos, registros de Gendarmería Nacional y también documentación del Consejo de Educación; llegando a la conclusión que este religioso -que llegó en el año 1999- tenía muchas cosas en común con el denunciado en Estados Unidos.
Con ese indicio, dos cronistas lo visitaron el años pasado en su oficina de la Escuela Carbó, donde Jesús Garay reconoció que en sus inicios como sacerdote había estado en el gran país del norte y que “al tiempo” de retornar al país se enteró que habían promovido una denuncia en su contra. Aunque luego se desdijo señalando que -cuando todavía estaba en EE UU- una abogada de la demandante le había advertido que el objetivo “era sacar un juicio de manutención de por vida a la arquidiócesis de Los Ángeles”.
El hoy asesor docente reconoció que mantuvo “una relación” con la joven, pero aclaró que “nunca hubo forzamiento” para los encuentros que mantuvo con la denunciante.
Garay no aceptó ser entrevistados por los medios, pero reconoció que la investigación lo implicaba, y en una actitud habitual en estos casos, advirtió que tomaría todas las represalias legales contra quienes manchen su “nombre y honor”.
Más allá de su situación personal, surge como evidencia que un año después de ser denunciado en California, la Iglesia Católica lo hizo retornar a la Argentina y lo reubicó en la Diócesis de Concordia, para continuar con su tarea sacerdotal en parroquias de San José, General Campos y Concordia. Llegando inclusive a ser nombrado como capellán del escuadrón local de la Gendarmería, en una ceremonia en la que estuvo presente el Capellán Mayor de la Gendarmería Nacional de entonces, Monseñor Mario Bonabotta, quien fue el encargado de poner en funciones a Garay.
(Foto: Reporte Cuatro)