El master en ecología, hidrólogo ambiental y geofísico, Eduardo Pujato, explicó los inconvenientes que acarrea la profunda bajante del río Paraná y analizó sus motivos.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Pujato afirmó que “esto nos marca a la vista cómo va acondicionándose la ecología de acuerdo a los cursos de agua, porque se ve que la bajante no es abrupta sino que es continua en varios meses y ese es el peligro real”.

“Hoy tenemos el río Uruguay y el río Paraná, es decir en toda la cuenca del Plata todos los cursos de agua superficiales, que son más de 7.000 en Entre Ríos, están secos, y el problema en este momento es principalmente para la biota –desde el punto de vista ecológico- y para el ser humano con todas sus actividades que tienen que ver con el agua, y especialmente el suministro de agua potable”, aseveró.

 A modo de ejemplo, mencionó que “en Paraná cuando se hizo la toma de agua no se previó tomar una bajante mínima, que entiendo que fue de cero metros, y en este momento estamos en 0,80 metros es decir que es pura falta de previsión”.

Asimismo, reflexionó que “el otro tema pasa por el concepto que tenemos de la crecida y la bajante;  tenemos rayitas de subida y bajada, y se pone el rojo cuando sube el agua porque viene la creciente y no tenemos en cuenta la bajante hasta que nos falta el agua. La creciente que es un mal para el ser humano, es un bien para el sistema y no es así en la bajante; porque en la creciente se producen una cantidad de procesos –que a veces demoran décadas- y se reproduce vida vegetal y de microcrustáceos que cumplen un ciclo, pero cuando baja es terrible, especialmente cuando se produce de forma continua como estamos sufriendo, desde el verano hasta la fecha”. 

En ese sentido, el especialista estimó que “en lo inmediato, con seguridad esta bajante va a seguir porque estaba prevista para mediados o fines de abril y la tenemos en este momento, y no hay previsiones de grandes precipitaciones”.

Explicó que “es un tema que tiene que ver con la deforestación, con el cambio climático, y porque nos hemos quedado sin selva en la cuenca del Plata, con respecto a Brasil, a Paraguay y a nosotros mismos donde tenemos un pequeño reducto de nuestra selva autóctona en Misiones. Esto es un proceso que tiene que ver con las lluvias y con la retención del agua cuando llueve, por eso se producen las grandes inundaciones, porque no hay retención superficial”.

Sobre los inconvenientes que causa la situación, planteó que “el tema del tránsito fluvial sería lo de menos, aunque grave porque los grandes barcos van a tener que cargar menos, pero desde el punto de vista de sanitarista es un desastre el tema de la provisión de agua potable, y también para el riego porque en la provincia el 70% del agua potable la usamos para riego y también vamos a tener problemas porque las napas también sufren este proceso, porque están interconectadas”.

“Además somos una provincia totalmente dependiente del agua, somos riquísimos en agua pero también cuando nos falte será bastante problemático para el turismo, la navegación, agua potable, industrias, campo; todo va a sufrir estrés hídrico. El problema es la prolongación en el tiempo, las grandes sequías y las grandes inundaciones son procesos relativamente cortos pero en este  momento tenemos meses de sequía en toda la cuenca, en todos los cursos de agua de prácticamente todo el país”, evaluó.

Consultado por las alternativas para revertir el problema, Pujato sostuvo que “el modelo agroecológico que tenemos en este momento, si bien no podemos prescindir de él porque nos da de comer y nos está salvando, en el mundo tendrá que cambiar”. “Los modelos agroecológicos han ido cambiando y aggiornándose a la situación, pero también vemos cómo han desaparecido civilizaciones por la falta de agua y por eso tenemos que ir de a poco a un cambio. Esto tiene que ver la forestación, la forma de cultivo, la cobertura vegetal pero sobre todo la contaminación en general que estamos haciendo del agua en todo el sistema”, analizó.

De todos modos, admitió que “los productores también son víctimas de la situación porque si los agarra una sequía se funden; y en este momento no tienen otra posibilidad por lo cual evidentemente es un problema de políticas de Estado, y más que del Estado argentino es un problema mundial”.

Por último, apuntó que “el problema no pasa por lavar el auto o las veredas, esto es mucho más grande y más importante. Estamos perdiendo en Paraná una cantidad de agua increíble por roturas de caños, porque la cañería de Paraná es centenaria y no hay inversión en infraestructura”.