
El senador nacional Luis Juez (Frente Cívico-Córdoba) cuestionó duramente a su par entrerriano Edgardo Kueider (PJ-Entre Ríos) detenido en Paraguay con 200.000 dólares sin declarar.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio Plaza), Juez consideró que “todavía no se ha tomado debida dimensión del impacto que ha causado lo de Kueider, porque ha disparado una innumerable cantidad de aristas. Por un lado, los oportunistas de siempre, y ahora Cristina que en su perra vida repudió la corrupción propia, la de su marido, la del gobierno de Alberto, en milésimas de segundos salió a pedir que lo destituyan; el tipo votó en el último tiempo acompañando algunas disposiciones como fue la Ley Bases, que yo también voté, y ahora aparecen las sospechas de que a todos nos compraron, y la verdad que eso me pone loco. No sé cómo fue con Kueider, pero yo voté porque estaba convencido de que había que darle herramientas al gobierno. Entonces, esto ha disparado un montón de cosas, y ahora nadie quiere hacerse cargo de Kueider, nadie lo conocía, nadie sabía de dónde venía; la senadora por Córdoba, Vigo, que es esposa del ex gobernador Schiaretti y que integra su bloque, desapareció”.
Sobre la posibilidad de desplazar a Kueider de su banca en el Senado, indicó que “primero hay que darle tiempo a la justicia paraguaya que, como él no tiene ningún tipo de fuero, debería actuar con celeridad. En lo personal, tengo una doble lectura: como abogado penalista, diría que hay que esperar que la justicia se expida, pero como ciudadano común, lo sacaría cagando ya (sic)”.
“El corrupto es corrupto, no importa qué ideología tenga o qué religión, y tampoco me van a correr diciendo que el reemplazo de Kueider es una militante de La Cámpora, me importa tres pedos eso, yo con los corruptos no convivo. Hay algunos que especulan y que piden ser prudentes porque se va a perder el quórum, y eso no me importa; si no podemos sesionar por un año completo hasta que se renueve el tercio de la Cámara, será esa la decisión, pero no vamos a convivir con la serpiente en el bolsillo. En el hipotético caso que se corrobore, yo no voy a actuar con ligereza; claramente como abogado penalista de 40 años no encuentro un solo argumento que justifique lo que hizo; si Kueider me viniera a contratar como su abogado, le diría que es muy difícil porque no encuentro un justificativo de que estuviera con 200.000 dólares a la una de la mañana en un puente paraguayo”, analizó.
Sostuvo además que “el hecho en sí es imposible de soportar; y no es un problema de Kueider, no tengo nada en contra de Kueider, con quien habré hablado cuatro veces en mi vida, integro con él la comisión de asuntos constitucionales y siempre hemos pensado distinto, pero el desprestigio de Kueider, es para todos, porque cuando filmaba la policía paraguaya el secuestro y allanamiento de los dólares que le encontraron, había también una credencial del Senado de la Nación. No podemos hacernos los boludos (sic); sea del lugar que sea Kueider, piense como piense, venga de donde venga y cualquiera sea su origen, el desprestigio es para el Parlamento argentino, y yo soy integrante de ese Parlamento y siento que esa inconducta a mí también me desprestigia, porque cualquier entrerriano puede pensar que yo también soy tan delincuente como Kueider, o que yo también ando paseándome con dólares que no puedo justificar”.
En cuanto a la posible expulsión de Kueider, advirtió que “hay que manejarse con mucha inteligencia, estamos en extraordinarias, hay que sentarse con todo el mundo, tranquilo, con dos bolsas de hielo, una en la cabeza y otra en las bolas, para tratar con inteligencia la gravedad del asunto. El tema es de una gravedad increíble, que amerita soluciones increíbles, que intenten devolvernos el poquísimo prestigio que tiene el Parlamento argentino, esa es mi idea, ni siquiera lo hablé con mi bloque”.
“Demoramos como cuatro horas en sacar un comunicado de bloque, porque daban vueltas que sí, que no; entonces, si esto está mal, digamos que está mal y punto, digamos las cosas como son. En nombre propio, creo que es un tema de una gravedad inusitada que nos obliga a sentarnos a todos, sin ningún nivel de apasionamiento, y ver cómo planteamos el tema, porque claramente nos va a mirar el mundo, que decisión tomamos: nos hacemos los boludos, miramos para el techo, dejamos que pase el tiempo, o nos animamos –en la medida en que también tengamos algún acompañamiento judicial que nos diga claramente cómo ha quedado tipificado el hecho, qué características tiene- a plantear alguna decisión. Soy de los que cree que no importa si no vamos a poder sesionar, si no vamos a tener más quórum, si durante un año completo nos va a costar juntar 37 senadores para arrancar una sesión, soy de los que cree que el tema tiene una gravedad que nos obliga a plantear con mucha seriedad y responsabilidad qué vamos a hacer. Esta decisión hay que tomarla, porque el desprestigio es para todos, no es solamente para Kueider; yo me sentí muy agraviado porque uno tiene que empezar a dar explicación también. Hay que discutir esto con mucha claridad, con mucha paciencia, con mucha prudencia, pero con mucha energía, y hay que tomar la decisión que haya que tomar, porque la inconducta y este acto de corrupción horrible nos ha salpicado a todos pensemos como pensemos y estemos en el lugar que estemos”, planteó.
Por otra parte, consideró que “esto no afecta” las relaciones con Paraguay, “pero nos pone en el subsuelo”. “Es muy difícil justificar que un funcionario público, o alguien con el rango de senador de la Nación de la República Argentina tenga una conducta de estas características, nos pone por el suelo. Los que abrazamos la función pública no nos damos cuenta que nuestras conductas o inconductas, para bien o para mal, nos lastiman a nosotros, a nuestras familias, y también a la representación que ostentamos. Me molesta y me duele la generalización, en un país donde el prestigio de la política estaba en el subsuelo, Kueider ha contribuido enormemente a sepultarnos a todos, porque uno hace un esfuerzo siempre, denunciando al poder y a los corruptos hace 27 años, y aparece un guaso como Kueider que me pone en el barro más inmundo”, concluyó.