Celulosa: del papel al papelón

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Reflexiones de cierre

Luis María Serroels

La decisión de las autoridades uruguayas de autorizar la instalación en ese país de dos plantas procesadoras de pasta de celulosa, no puede ni debe admitirse como un simple ejercicio de potestades soberanas. Sabido es -y no existe nación que pueda desconocerlo- que nunca se podrán adoptar medidas que, bajo el signo de la soberanía, pasen a agredir a otros países, comprometer recursos naturales de uso común y tornar irrespirable el aire que es de todos.

Menos aún, aceptar que se esgriman como argumento las utilidades económicas derivadas de la inversión y los puestos de trabajo generados por tales proyectos, cuando en definitiva los inevitables perjuicios también tendrán efectos directos en el propio territorio, donde cada dólar de renta podría significar una cifra significativamente mayor en costos emergentes de apresurados e irresponsables emprendimientos.

La radicación de estas industrias es cuestionada en nuestro país desde el momento en que se anunció. Los hechos que conocemos ahora y que tienen como principales protagonistas a autoridades y población de Gualeguaychú, socorridos por otras comunidades incluso del vecino país, no son más que la arremetida final en pos de torcer la tozudez de funcionarios que si no ven un pozo ante sus narices, menos podrán hacerlo con el abismo que se avecina.

El ex presidente de la República Oriental del Uruguay, Jorge Batlle, aquél que nos llamó ladrones a todos los argentinos para terminar pidiendo perdón con conmovedoras lágrimas no bien le recordaron las grandes utilidades que estos "ladrones" aportan a ese país, llegó a acusarnos de querer entorpecer y frenar su desarrollo y progreso.

Valga citar que los altos fondos depositados por argentinos en bancos uruguayos (nación rotulada históricamente como "la Suiza Americana", principalmente por la protección de las cuentas bancarias que allí se operan), se calculan entre 7.000 y 8.000 millones de dólares arribados desde este lado del Plata, a lo que deben sumarse otros 4.000 a 5.000 millones de esa moneda en propiedades inmuebles, que tienen como principal ubicación la privilegiada costa atlántica y cuyos impuestos y servicios ingresan al fisco uruguayo.

Un nada desdeñable porcentaje de la plata que el sistema financiero perdió en 2001 fue a parar al Uruguay, debiendo sumarse la masa de dinero que dejan allí los veraneantes cada temporada. Cuando Raúl Alfonsín intentó aquietar las aguas de la economía aplicando una tasa fronteriza para los argentinos que quisieran salir de su país, bastó una llamada del presidente vecino, Julio María Sanguinetti, aludiendo a los 500 millones de dólares que perderían sin el turismo argentino, para que nuestro mandatario le devolviera un generoso y caballeresco sí.

Hoy el tema se llama celulosa y desde Batlle hasta el flamante Presidente Tabaré Vázquez la consigna parece estar irreversiblemente trazada sin observarse ninguna señal de modificación, a pesar de que existen acuerdos binacionales que rigen la puesta en marcha de todo proyecto de una de las partes que signifique daños ambientales o de otro tipo para la otra.

Entonces surge la controversia ante la instalación de las empresas Ence (España) en M'Bopicuá, cercanías de Fray Bentos frente a Gualeguaychú y Botnia (Finlandia), al norte del departamento Río Negro, que no deberían concretarse sin antes realizar serios y completos estudios socioambientales.

Inconcebiblemente, varios intentos del Foro Ecologista de Paraná, en su rol de secretario ejecutivo de la Red Socioambiental de Entre Ríos, para que la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) permita el libre acceso a la información de que dispone, han resultado estériles al tener el silencio como toda respuesta, quedando también sin conocimiento organizaciones ecologistas de la ROU (parte del material negado se vincularía con acuerdos formalizados con la Comunidad Europea respecto de futuras obras).

Obviamente, la CARU debería actuar con total transparencia en tanto sus decisiones gravitan en las comunidades ligadas a la cuenca del río Uruguay y sus territorios.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)

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Matías Russo y Vittoria Piria

El piloto entrerriano Matías Russo, junto a su compañera Vittoria Piria, conducen un Porsche.

Unión

Lucas Gamba estableció el empate para el Tatengue en retorno de Leonardo Madelón.

Patronato

El Santo se impuso 2 a 1 en el clásico ante el Decano en el predio La Capillita.

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La Academia festejó gracias a un agónico gol en contra y eliminó a la Lepra del Torneo Apertura.

Unión

Unión de Crespo fue uno de los que ganó este jueves, fue frente a San Martín de Gazzano.

Argentina

Argentina tiene confirmadas días y sedes para la doble jornada de Eliminatorias Sudamericanas.

Opinión

Por Claudio Jacquelin (*)

Dibujo de Alfredo Sábat para La Nación.

Judiciales