
Álvaro Moreyra
ANÁLISIS charló con la ex campeona del mundo de Aguas Abiertas y actual secretaria del presidente del Comité Olímpico Argentina. A lo largo de la entrevista, la paranaense tocó varios temas en los que no sólo se refirió a su actualidad, también recordó épocas de nadadora; destacó sus logros, su esfuerzo y dedicación; también admitió que no todo es color de rosa. “Me siento muy reconocida y muy querida en Paraná, y eso no me lo hubiera imaginado jamás”, destacó.
Fue campeona mundial de Aguas Abiertas en 1990 y durante varias temporadas, formó parte del top five de nadadoras en el ranking del calendario internacional de la especialidad organizada por la FINA. La descripción hace referencia a Silvia Beatriz Dalotto, acaso la mejor deportista que Paraná le brindó al mundo y que ella, a lo largo de su carrera dentro y fuera del agua, se encargó de engrandecer a fuerza de triunfos y también de esfuerzo, sabiduría y conocimiento.
En 1989, dejó la pileta y se dedicó a las aguas abiertas. Los premios llegaron rápidamente; al año siguiente ya se consagraría como la mejor del mundo y permanecería en los puestos más importantes hasta que tomara la decisión de retirarse, como ella misma lo contó en la extensa entrevista con ANÁLISIS.
La entrerriana tiene el privilegio de formar parte del Salón de la Fama de la especialidad, ya que en 2006 recibió ese reconocimiento.
Cuando se retiró de la actividad, ejerció la docencia, dando clases de matemáticas y siendo juez en las maratones más relevantes del planeta. Con el paso de los años, nuevamente el deporte la convocó; en enero de 2004, comenzó a desempeñarse en el Comité Olímpico Argentino y en la actualidad continúa en el organismo como secretaria del presidente del COA, Gerardo Werthein. Además, también es encargada del área de capacitaciones del Comité.
(La nota completa en la edición 1113 de la revista ANALISIS del jueves 13 de agosto de 2020)