
El entrerriano iniciará su cuarta temporada en el país árabe. Después de dirigir a Burgan y Al-Qadisiya, le llegó la chance de tomar las riendas de otro seleccionado nacional, en este caso el kuwaití, tiempo después de lo que fue su experiencia con el de Colombia. Desde el continente asiático, Juli charló con ANÁLISIS y contó acerca de esta nueva experiencia en su vida deportiva. “Cuando me invitaron a dirigir en Kuwait lo consideré como un reto profesional y, además, como una oportunidad de aportar al desarrollo del voleibol en otra parte del planeta”, contó el natural de Basavilbaso.
Por Álvaro Moreyra
El deporte llevó a un entrerriano otra vez lejos de su ciudad natal, también de su país. El crecimiento que logró en Argentina y después en algunos países de Sudamérica sirvió como una vidriera para que lo observaran desde tierras asiáticas y desearan contar con sus servicios para un proyecto que, en la previa, aparece como prometedor.
Se trata a Julián Álvarez. Entrenador nacido en Basavilbaso un 20 de noviembre de 1976 y que por estos días dirige nada más y nada menos que los destinos del voleibol masculino de Kuwait, sí, hoy Juli está del otro lado del planeta llevando sus conocimientos y yendo por más en su exitosa carrera como entrenador.
Un breve recorrido por su carrera como coach cuenta que con apenas 16 años comenzó a dedicarse a entrenar equipos de vóley, primero en el Colegio Nacional de la ciudad que lo vio nacer. De allí pegó el salto a Villaguay para hacerse cargo de uno de los clubes más tradicionales de esa localidad, Sarmiento.
Un poco más adelante comenzó a trabajar como entrenador en la Federación Entrerriana de Voleibol (FEV), donde fue el conductor del elenco provincial que se alzó con el título Sub 18 en el Campeonato Argentino realizado en la ciudad de Paraná.
Sabido es que al coach entrerriano siempre le gustó capacitarse y en una de esas tantas conoció a Guillermo Orduna, quien tiempo después lo convocó para trabajar en Las Panteritas allá por la temporada 2005. A partir de allí, Álvarez laburó en varios representativos nacionales, en ambas ramas, hasta que pegó el salto a la selección Mayor femenina y, al poco tiempo, a la masculina junto a Jon Uriarte.
Después estuvo varios años con la Albiceleste, hasta que le llegó el turno de trabajar ni más ni menos que con una leyenda viviente del voleibol a nivel mundial: Julio Velasco. Allí lo hizo durante los cinco años que duró el ciclo del experimentado entrenador en el representativo Albiceleste y allí aprendió con cada día que compartió con el técnico.
(Más información en la edición gráfica de la revista ANALISIS, edición 1150, del día 16 de mayo de 2024)