Claudio Cañete
El artículo periodístico así parece certificarlo: “Quedará inaugurado el nuevo Gran Cine Avenida, construido en la Avenida Costanera (actual Av. Laurencena) por la empresa Matera y Virgallita. Un enorme interés existe en nuestro público por esta inauguración, no sólo porque ello constituye una interesante novedad, sino porque también la citada empresa sin escatimar esfuerzo ha instalado el cine a todo costo, con aparatos modernísimos de la conocida y afamada marca Philips, y contratado toda la programación de la compañía productora Warner Bros, cuyas películas no han sido este año conocidas en Paraná. Las comodidades que se ofrecerán al público, unido a otros detalles importantes que han sido perfectamente estudiados, permitirán a la nueva sala mantenerse en un alto nivel, lo que asegura desde ya el éxito de la temporada que inicia”, anuncia el artículo periodístico de El Diario, que publicaba en primera plana este hecho.
Como todavía era complicado llegar por medios propios hasta la costa del río (hay que retrotraerse y tener en cuenta que la Costanera estaba todavía en proceso de construcción, ese sector del Parque Urquiza eran barrancas más naturales y frondosas que ahora), la empresa presentaba la travesía como parte de la cita al cine, ofreciéndola como un paseo con otros condimentos que sin lugar a dudas los cines que estaban en el centro –como el Italo Argentino, el Palace y el Círculo Obrero- no podían ofrecer. “Un servicio especial de ómnibus tendrá el nuevo cine. A fin de facilitar al público el regreso a la ciudad, la empresa ha contratado los servicios de la Línea Nº 1 de colectivos, los cuales se encontrarán situados frente al local al terminar los espectáculos. Esto explica por qué, con el paso de los años y hasta el presente, la Línea Nº 1 fue la que mantuvo su recorrido, por tradición, a lo largo de la Costanera.
Para la noche de la inauguración, la empresa local eligió para proyectar el film Dame tu corazón, protagonizada por una verdadera estrella aristocrática como lo fue Kay Francis, y con producción por supuesto de la Warner Bros. Las publicidades y las crónicas de época mostraban cómo el Avenida hacía ostentación de que proyectaría el film con el que había abierto su temporada el Gran Cine Ideal de Buenos Aires ese año. La cartelera anunciaba que además de esta película donde Francis era secundada por George Brent y Patrick Knowles, se pasarían también “variedades sonoras y la comedia La novia curiosa, de entretenidas alternativas”.
Los equipos Philips eran la gran ventaja comparativa que poseía la firma Matera-Virgallita por sobre los otros cines locales. Ya eran los más costosos, que en esos tiempos eran considerados los más completos: “Tanto en lo que se refiere a su proyección ultraluminosa como su sonido, denominado justamente, de alta fidelidad”.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
