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Definitivamente, repensar la Educación

Por Hugo Héctor Pais (*)

Desde siempre, he creído no solo que la educación es el trampolín para crecer como personas y fortalecer una sociedad, sino que además, toda vez que he podido poner en acto, lo hago desde tres ejes que considero fundamentales: “educación, trabajo, producción” y ello no es de modo alguno, posicionarme en un modelo económico o en una teoría económica, sino que, lo sustento, desde mis propias experiencias de vida –vividas-.

Contrario a los que muchos a veces sostienen, no hay aprendizaje, sin resolución de problemas afines a la vida, a lo cotidiano, sin posibilidad de analizar y comparar casos concretos, y no solo quedar en la nube de las teorías, que no las niego, son verdades que bien puedo alcanzarlas por medio de esa práctica, que me activa intelectualmente y en todos los planos.

Siempre he valorado la trascendente importancia de la educación técnica y tecnológica, de aquello que habilita para desenvolvernos socialmente activos, y poner en juego nuestras competencias y habilidades. Reconozco si, el valor de los institutos de esta formación y su progresiva incorporación en los establecimientos, como espacios que generen capacidades, no redituables, si factimente positivos para la propia existencia.

Veo la importancia de insistir, que al educar, entiendo es, como proceso, de formación y despliegue de competencias, un tiempo y espacio de crecimiento complejo e integral de todo ser humano, y ello, si lo reduzco a solo memorizar, recordar, ver dossier y fotocopias y no actuar sobre la realidad, el aprendizaje NO SE DA.

Habilitar al ciudadano, para vivir con dignidad, debe hacernos pensar en la necesaria educación unidad a la operatividad del trabajo, de lo operativo sobre la realidad, del trabajo como muchas veces lo he dicho en otras publicaciones, dignifica al ser humano, y por tanto debe ser una aspiración de todos y una posibilidad de ejercerla sin retaceos. Comprender esta ecuación de educación y trabajo, nos conduce a evaluar la posible resultante de producir, hacer, cambiar, algo, generar una cosa nueva, particular y singular tal como es uno mismo. Tomar conciencia, que la producción de nuestra mente, de nuestras manos, no hacen sentir útiles, para nosotros mismos, nuestra familia, y la propia sociedad.

Unir y no separar, gestionar la educación, junto al trabajo y la producción, es el desafío que puede llevarnos a revertir una crisis tan fuerte, como la que actualmente atravesamos, donde un 60 % de los niños/adolescentes, están por debajo de la línea de la pobreza, por ello insistiré en recuperar espacios de producción y experiencia, volver a las huertas y a la producción artesanal de elementos para nuestra familia, retomar la crianza de pequeños animales, la producción de derivados de los mismos, no solo en una escuela Agrotécnica, sino sumar, a los espacios escolares este tipo de gestiones.

En su tiempo, cuando Rector de un Colegio, generamos por ejemplo CENTETUR, Centenario Turismo, donde estudiantes de un 3er años preparaban circuitos turísticos para alumnos del propio y de otros establecimientos, generando no solo la experiencia de armar una micro empresa, sino obtener recursos que le facilitaran sus viajes por la Provincia, para conocerla.

Creo es tiempo, de tomar conciencia, que como venimos, así, la educación no va mas, que es preciso, incluir a todos quienes están fuera del sistema educativo, que son muchos, e incitarlos a pensar y operar, desde los tres ejes que son sustanciales, para romper con la crisis de la no cultura, del no trabajo, y promover micro emprendimientos, que les haga una vida más sustentable sin depender de la dádiva.

Insisto, creo en espacios de formación profesional, que no rompan la Escuela media, sino que la amplíen, pero desarrollando destrezas y no caer en el pasatiempo o en el entretenimiento, cuestión que a veces sucede, en algunos establecimientos que cuentan con espacios pagos, pero que no se usan desde esta mirada.

No me creo dueño de la verdad, si expongo, desde lo que he podido concretar en su tiempo y no es decir todo lo pasado fue mejor, por el contrario, es apostar a dignificar verdaderamente a nuestros estudiantes y hacer cada día mas atractiva, la Escuela que contiene, educa y forma.

(*) Docente. Ex Rector de la Escuela de Nivel Medio y Superior Del Centenario de Paraná

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